El príncipe Enrique de Inglaterra ganó una indemnización de 140.600 libras (unos 180.700 dólares) después de que el Tribunal Superior de Londres dictaminó el viernes que fue víctima de un "modesto" pirateo telefónico y de otras actividades ilícitas de recopilación de información por parte de periodistas de periódicos británicos.
El príncipe -que se convirtió en el primer miembro de la realeza británica en 130 años en declarar ante un tribunal cuando compareció como testigo principal en el juicio celebrado en junio- había demandado a Mirror Group Newspapers (MGN), editor de Daily Mirror, Sunday Mirror y Sunday People.
Enrique, que inicialmente reclamaba 440.000 libras (560.000 dólares) como parte de su cruzada contra los medios británicos, pidió a las autoridades y a la policía que tomaran medidas contra aquellos identificados como violadores de la ley.
"Hoy es un gran día para la verdad y la rendición de cuentas", dijo en un comunicado leído por su abogado David Sherborne.
El Duque de Sussex y otros 100 demandantes -entre actores, estrellas del deporte, famosos y personas que simplemente tenían una conexión con figuras de alto nivel- han emprendido acciones legales por acusaciones de piratería telefónica y recopilación ilegal de información entre 1991 y 2011.
Enrique dijo que fue objeto de MGN durante 15 años a partir de 1996 y que más de 140 historias que aparecieron en sus periódicos fueron el resultado de la recopilación ilegal de información, aunque el juicio sólo consideró 33 de ellos.
El juez Timothy Fancourt declaró: "He llegado a la conclusión de que 15 de los 33 artículos que se juzgaron eran producto del pirateo de su teléfono móvil o de los teléfonos móviles de sus asociados, o producto de otro tipo de recopilación ilegal de información".
"Considero que su teléfono sólo fue pirateado en una medida modesta, y que probablemente esto fue cuidadosamente controlado por ciertas personas en cada periódico".
El juez llegó a la conclusión de que hubo un pirateo generalizado y actividades ilícitas en el periódico de las que eran conscientes editores y ejecutivos de alto nivel, aunque no se había informado a casi todos los miembros del consejo de administración de la empresa. Entre los involucrados se encuentra el periodista y presentador Piers Morgan, un crítico de Enrique y de su esposa la estadounidense Meghan, que había negado tener conocimiento de las escuchas telefónicas.
"El tribunal ha determinado que los principales directores de la junta directiva de Mirror Group, su departamento legal, altos ejecutivos y editores como Piers Morgan, claramente conocían o estaban involucrados en estas actividades ilegales", dijo el comunicado de Enrique.
MGN, propiedad de Reach, había sostenido que las acusaciones no estaban respaldadas por las pruebas.
"Acogemos con satisfacción la sentencia de hoy, que da a la empresa la claridad necesaria para avanzar a partir de acontecimientos que tuvieron lugar hace muchos años", dijo un portavoz de MGN.
"En los casos en que se produjeron ilícitos históricos, pedimos disculpas sin reservas, hemos asumido toda la responsabilidad y hemos pagado las indemnizaciones correspondientes".
El príncipe Enrique dijo en su momento ante el tribunal que la prensa tiene las manos manchadas de sangre.
El hijo menor del rey III acusaba al Mirror Group Newspapers de utilizar reporteros para espiar sus mensajes de voz y de contratar a investigadores para, a través de engaños y medios ilícitos, obtener información acerca de él y de otros miembros de su familia.
“Creo que el pirateo telefónico se produjo a escala industrial en al menos tres de los periódicos en esa época”, afirmó en su día ante el Tribunal Superior. “Eso está fuera de toda duda”.
[Con información de Reuters y The Associated Press]
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