Dayimar Ayala nació sin cuatro dedos de la mano izquierda, producto de una "brida amniótica" que su madre desarrolló durante el embarazo. A pesar de esa discapacidad logró graduarse como periodista, y tras dedicarse a cubrir fuentes varias, identificó un vacío para las personas con alguna discapacidad: “Las discapacidades en el mundo son como un lunar, que la gente prefiere como relegar un poco, no hablar, a pesar de que hay muchísimos temas que se le está subiendo el volumen: como por ejemplo los derechos de las comunidades, de las minorías, pero las discapacidades siguen relegadas allí y ví esa necesidad” manifestó.

Ayala destaca que ha podido percibir dos vertientes: la vertiente educativa y la necesidad de historias inspiradoras: “Esto ha sido un boom porque sabemos que las personas con discapacidad tienen alguna condición que puede limitar alguna de sus actividades, de su cotidianidad” expresó.

Yohancis Rodríguez, madre de un joven con autismo, asevera que este tipo de iniciativas son importantes:
“Me gustó mucho ese medio. Las personas con discapacidad pueden mostrar grandes avances, pueden avanzar y mostrar sus fortalezas que tienen para sobreponerse y para sobresalir en cualquier actividad” relató Yohancis Rodríguez, lectora del medio.

De igual forma, Marbelín García, madre de una joven con retardo intelectual moderado, destaca que la meta es lograr una verdadera "inclusión":
“Todos debemos saber y debemos aceptarlos, que puedan llegar para algún lugar y que no los miren como unos loquitos si no que solamente tienen una necesidad especial, ellos necesitan ser aceptados” destacó.

Según el más reciente Informe de la Organización Mundial de la Salud, actualmente alrededor del 15% de la población mundial vive con algún tipo de discapacidad.