El presidente panameño, Laurentino Cortizo, llamó al diálogo el viernes a los sectores opuestos a una serie de reformas constitucionales que avanzaron esta semana en manos de un Legislativo altamente cuestionado y que derivaron en protestas callejeras en el país centroamericano.
En un mensaje en cadena nacional de radio y televisión, Cortizo reiteró que los cambios constitucionales son un compromiso que adquirió durante la campaña que lo llevó a la presidencia y que “el único y verdadero dueño de las reformas es el pueblo panameño”.
Mientras tanto, centenares de estudiantes universitarios, profesores, dirigentes políticos independientes y trabajadores se congregaron pacíficamente desde el atardecer en una plaza céntrica próxima a la sede del Legislativo, que ha sido el punto de las protestas en los últimos días.
Las manifestaciones, mayormente de universitarios que portan pancartas con imágenes de ratas para cuestionar los escándalos de corrupción en la legislatura, terminaron en disturbios los días anteriores después que la policía utilizó gas irritante y detuvo a decenas. Varios jóvenes resultaron heridos.
Las reformas, las primeras que se debaten en 15 años aquí y con las que se busca un balance entre los poderes de Estado, fortalecer la institucionalidad y mejorar el combate a la corrupción, según sus impulsores, deben ser debatidas en un segundo periodo legislativo a inicios del próximo año, antes de ser sometidas a un referendo nacional.
Cortizo señaló más temprano que en los próximos días recibirá las recomendaciones de un equipo de juristas sobre los artículos que, según el Ejecutivo, deben eliminarse, en alusión a varios cambios cuestionados incluidos por los legisladores.
Muchos demandan, sin embargo, que las reformas se realicen mediante otra vía, incluso, una Asamblea Constituyente.
“El proceso de reformas está en desarrollo, que quede claro, todos tienen el derecho de opinar, de presentar sugerencias, pero nadie tiene el monopolio de las reformas”, subrayó Cortizo, cuyo mensaje también se da en momentos en que el país se apresta a celebrar las festividades patrias.
“Esas reformas son una demanda legítima de la sociedad panameña, de todos, del Panamá moderno, del Panamá de los barrios, el de la clase media, el rural agrícola y el de las comarcas (indígenas)”, agregó.