El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, abogó el miércoles para que los migrantes que crucen de forma irregular la frontera entre Estados Unidos y México sean devueltos directamente a sus países, tras el anuncio de Washington sobre nuevas políticas migratorias.
El mandatario mexicano respondió así a una prohibición anunciada el martes por su homólogo estadounidense, Joe Biden, para negar el asilo a inmigrantes que crucen ilegalmente la frontera (entre las vecinas naciones), deportarlos de forma expedita a sus países o devolverlos México.
"Nosotros no tenemos problema (de recibir a los migrantes), nosotros los tratamos muy bien (...) pero por qué triangular", afirmó López Obrador, acrónimo con el que se conoce al mandatario mexicano, en su conferencia de prensa diaria.
"De todas formas nosotros cooperamos y ayudamos al presidente Biden", agregó.
La medida, que entró en vigor la noche del martes, ha sido rechazada por activistas y expertos en migración que advierten que habrá un nuevo caos en ciudades fronterizas con migrantes en las calles y al acecho de traficantes de personas.
"Esto es un retroceso en la aplicación del derecho humano a pedir refugio de las personas que huyen por diferentes causas", dijo Israel Ibarra, investigador especialista en migración del Colegio de la Frontera Norte (Colef) en la frontera Nogales, Sonora.
El gobierno estadounidense aclaró que las nuevas limitaciones de asilo se activan cuando la media diaria de detenciones en la frontera supera las 2.500 durante una semana y se pausarán cuando los arrestos caigan por debajo de 1.500 por día.
La ONU defiende el derecho al asilo
Las agencias de migración y refugiados de la ONU expresaron su preocupación por los planes del gobierno de Estados Unidos para implementar sus nuevas restricciones y afirmaron que el derecho al asilo es fundamental.
La medida presentada por el propio Biden el martes limitaría la concesión de asilo a los migrantes cuando los funcionarios consideren que la frontera sur con México está saturada. Esto ocurre después del colapso, ocurrido hace meses, de un acuerdo bipartidista sobre seguridad fronteriza en el Congreso que la mayoría de los legisladores republicanos rechazaron por instigación del expresidente Donald Trump, el virtual candidato presidencial republicano.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) instó a Estados Unidos a “reconsiderar las restricciones que socavan el derecho fundamental a solicitar asilo”.
“Las nuevas medidas negarán el acceso al asilo a muchas personas que necesitan protección internacional, y que ahora pueden encontrarse sin una opción viable para buscar seguridad e incluso existe el riesgo de casos de refoulement”, señaló el ACNUR en un comunicado emitido el martes por la noche, refiriéndose a un término para devolver a las personas a lugares donde podrían enfrentar persecución.
La Organización Internacional para las Migraciones de la ONU, dirigida por Amy Pope, exasesora principal sobre migración para Biden, fue más moderada.
“La OIM reconoce los desafíos que plantean los crecientes cruces irregulares de migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México”, dijo la organización en un comunicado enviado por correo electrónico a The Associated Press. “Es crucial que cualquier medida tomada para gestionar la migración respete el derecho fundamental a solicitar asilo, así como fortalecer las vías de migración seguras y regulares”.
[Con información de Reuters y AP]
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