El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, se reunió el miércoles en California con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, convirtiéndose así en la figura estadounidense de mayor rango que se reúne con un líder taiwanés en suelo estadounidense desde 1979.
A pesar de las amenazas de represalias por parte de China, que reclama a Taiwán como territorio propio, McCarthy recibió a Tsai el miércoles por la mañana en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan de Simi Valley, California, cerca de Los Ángeles.
China organizó maniobras militares en torno a Taiwán el pasado mes de agosto tras la visita a Taipéi de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el Ministerio de Defensa de Taiwán declaró que un grupo de portaaviones chinos se encontraba en aguas de la costa sureste de la isla antes de la reunión entre Tsai y McCarthy en California.
El secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, declaró que no había nada nuevo en el hecho de que una presidenta taiwanesa transite por Estados Unidos y que Pekín no debía utilizarlo como excusa para tomar medidas o aumentar las tensiones.
En el estacionamiento de la Biblioteca Reagan, simpatizantes que ondeaban banderas de Taiwán y pancartas a favor de Taiwán y Hong Kong coreaban "Jiayou Taiwán" ("Vamos Taiwán") antes de la llegada de Tsai y McCarthy para la reunión de más alto nivel de un presidente taiwanés en suelo estadounidense desde que Washington cambió el reconocimiento diplomático de Taipéi a Pekín en 1979.
La reunión provocará sin duda una fuerte reacción de Pekín, que considera Taiwán parte de su territorio y ha prometido someterlo a su control, por la fuerza si es necesario.
China ha advertido en repetidas ocasiones contra una reunión entre McCarthy, un republicano que por su cargo en la Cámara de Representantes es el número tres en la línea de sucesión estadounidense, y Tsai, quien se encuentra en su primera escala en Estados Unidos desde 2019, aunque algunos analistas esperan que su reacción sea más moderada luego de la visita de Pelosi a Taipéi.
Estados Unidos, que está obligado por ley a proporcionar a Taiwán los medios para defenderse, ha intensificado las interacciones con Taipéi en los últimos años a medida que ha aumentado la presión de Pekín sobre la isla.
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