El presidente de Bolivia, Evo Morales, presentó este domingo su renuncia. El mandatario anunció su decisión ante la presión social y la violencia desatada en las últimas horas en el país.
El jefe del ejecutivo, a primera hora, había asegurado que se celebrarían nuevas elecciones con la conformación de un nuevo Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Sin embargo, ante la presión social e internacional, Morales se vio obligado a cambiar su postura. Pocas horas después, hizo pública su renuncia a través de un comunicado televisado y señaló que había tomado esta decisión después de que los militares bolivianos sugirieran que se apartara de su cargo.
En su intervención, aseguró que "estamos dejando a Bolivia con soberanía e independencia de Estado".
También renunciaron el domingo el vicepresidente Álvaro García Linera y la presidenta del Senado, la oficialista Adriana Salvatierra, por lo que la situación de la conducción del país andino no estaba clara. El presidente de la Cámara de Diputados, el miembro del oficialismo Víctor Borda, ya había renunciado unas horas antes.
La presidenta del TSE, María Eugenia Choque, también anunció su renuncia después de que la auditoría concluyera que se produjeron irregularidades en el proceso electoral.
El exvicepresidente boliviano y candidato presidencial Carlos D. Mesa aseguró que "nunca" olvidará este día porque supone "el fin de la tiranía". "Agradecido como boliviano por esta lección histórica", dijo a través de una mensaje en Twitter.
Este anuncio se produce en un momento clave para el país y justo después de que la Organización de Estados Americanos (OEA) recomendara la anulación de los comicios celebrados el 20 de octubre.
En su cuenta de Twitter, Morales se refirió a las razones de su renuncia y dijo que no tiene por qué escapar.
