La presentación de Hillary Clinton, que esta noche acepta la nominación a la presidencia por parte del Partido Demócrata, estará a cargo de su hija, Chelsea Clinton.
Se espera que sus palabras, nuevamente muestren el lado suave y humano de la ex primera dama, exsenadora y ex secretaria de Estado, descrita en otras ocasiones y por otros políticos como “incansable”, "inquebrantable" y “dura”.
Para Chelsea, de 36 años y con dos hijos, el papel de esta noche no es nada nuevo. Ella ha estado activa durante la campaña de Hillary Clinton y trabaja para la Fundación Clinton, donde antes de la candidatura de su madre, aparecía constantemente a su lado.
Su discurso, sin embargo, tendrá que ser comparado con el de la hija de Donald Trump, Ivanka, que la semana pasada habló de manera emotiva sobre las virtudes, a menudo escondidas, de su padre.
De hecho, Chelsea e Ivanka, de edades similares, han tenido una relación amistosa en el pasado, pero en una entrevista en Facebook Live organizada por la revista Glamour, dijo que de tener la oportunidad, preguntaría a Ivanka cómo va a hacer su padre lo que promete si no ha presentado ningún plan.
Chelsea ha pasado su vida a la luz pública desde que su mudó a la Casa Blanca cuando tenía 12 años y su padre fue elegido presidente en 1992.
Estudió en la Universidad de Stanford, donde era acompañada por un séquito de agentes del Servicio Secreto. Tuvo además un breve período como reportera en un programa de televisión de la cadena NBC.
Pero quizá el momento más recordado fue, a la edad de 18 años, cuando se le fotografió caminando, tomado de las manos con sus padres, en el período de problemas maritales con motivo del escándalo de su padre con Mónica Lewinsky.
De ese escándalo no se ha dicho ni se dirá nada. Esta noche, es otra vez solo para Hillary Clinton.
