China reabrirá este domingo después de un prolongado cierre para contener el coronavirus, pero se encuentra en medio de una ola de contagios de COVID-19 que tiene a los hospitales en su máxima capacidad, con pacientes graves y muchos muertos.
La falta de información sobre las variantes del COVID-19 que estarían en circulación en China ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias de los países occidentales. Estados Unidos implementará desde la primera hora de este jueves 5 de enero la obligatoriedad de pruebas PCR para viajeros procedentes China y sus territorios.
“Esta política de salud pública se debe al aumento de casos de COVID-19 en la República Popular China y al riesgo de aparición de una nueva variante viral”, alertó el Departamento de Estado por mandato de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC).
En Estados Unidos y varios países latinoamericanos persisten los brotes de COVID-19, con aumento de hospitalizaciones y hasta muertes, alertó esta semana la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Washington, que consigna que en los últimos días el COVID-19 "fue responsable de más de 4.300 muertes en la región". La pandemia ha causado más de 2.8 millones de muertes en las Américas, según la OPS.
Reportes de brotes en varias ciudades de EEUU responderían a una proliferación con el ambiente festivo de las Navidades, donde se han reportado cadenas de contagios, según medios estadounidenses.
Las autoridades de Salud consideran que por ahora las variantes del COVID-19 en circulación producen síntomas comunes como fatiga, fiebre, tos, dolor de cabeza, congestión nasal, dolores musculares y dificultad para respirar, que se presentan en menor o mayor gravedad según la condición física del paciente.
Preocupa proliferación en China
China terminará las severas restricciones por el COVID este domingo 8 de enero luego de protestas masivas por los cierres prolongados, y el virus estaría libre de circulación entre una población de 1.400 millones de habitantes, la gran mayoría sin la inmunidad que produce la infección previa y muchos sin vacunas, por lo que expertos creen que esa población es “caldo de cultivo” para nuevas variantes del virus.
El director del Instituto de Salud Global de la Universidad de Ginebra, Antoine Flahault, le dijo a la Agencia France Press que al abrirse el abanico de contactos en una población vulnerable, la posibilidad de mutaciones aumenta.
"El hecho de que 1.400 millones de personas de repente están expuestas al SARS-CoV-2 obviamente crea condiciones para variantes emergentes, una sopa”, ha dicho el experto en Suiza.
Los científicos creen que hay unas 500 subvariantes de ómicron que se han identificado en los últimos meses, sin poder establecer donde ha emergido cada una.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo este miércoles que está “preocupado” por el aumento de las infecciones por COVID-19 en China y ha instado al gobierno de Beijing a facilitar datos confiables y oportunos sobre muertes y hospitalizaciones.
"Seguimos pidiendo a China datos más rápidos, regulares y fiables sobre hospitalizaciones y muertes, así como una secuenciación viral más completa y en tiempo real", dijo el jefe de la OMS.
El director de emergencias del organismo, Mike Ryan, agregó que cree que las cifras hechas públicas por el gobierno chino “subestiman el verdadero impacto de la enfermedad en términos de ingresos hospitalarios, ingresos en la UCI y, sobre todo, en términos de mortalidad".
Altos funcionarios del gobierno chino dijeron la semana pasada que están "preocupados" por las mutaciones y que disponen de un equipo de científicos para secuenciar el virus y alertar sobre esos riesgos.
Variantes del virus en circulación
Los expertos creen que en China hoy por hoy predomina un sublinaje de ómicron BA.52 y BF.57 más unos 130 derivados del virus detectado en los últimos tres meses.
También se propagan la XXB y BQ.1 con otras subvariantes que se han detectado en Estados Unidos y Europa.
Expertos consultados por medios estadounidenses indican que la observación se mantiene sobre la serie de subvariantes de ómicron que tienden a dominar el rango de contagios.
Los CDC han advertido sobre la llegada de una subvariante, el XBB.1.5, que en las últimas semanas ha mostrado un crecimiento exponencial de contagios en EEUU, al pasar de 4% al 41% de las infecciones reportadas y secuenciadas. En la región noreste del país representa el 75% en los casos de la enfermedad.
Investigaciones del periódico South China Morning Post indicarían que el brote en ese país está regido por las variantes BF.7 y la BA 5.2. La variante Delta sigue presente, pero en menor escala.
Antoine Flahault dijo que "cualquier variante cuando es más transmisible que la dominante previa, como BQ.1, B2.75.2, XBB, definitivamente representa amenazas porque puede causar nuevas olas”.
Hasta el momento consuela a los investigadores que hasta donde hay conocimiento “ninguna de estas variantes conocidas parece exhibir riesgos particulares de síntomas más severos”, aunque esa no es garantía del comportamiento de nuevas variantes en un futuro cercano, dijo Flahault.
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