Hablar de noticias falsas o las llamadas “fake news” en Estados Unidos se ha vuelto un tema que acapara titulares con frecuencia, mas aún cuando es el mismo presidente Donald Trump quien desacredita en público a algunos medios de comunicación.
Pero, ¿cuál es el impacto real que tiene este trato a la prensa no solo en EE.UU. sino también en Latinoamérica?. Para entender el efecto de estas acusaciones, catalogadas por organizaciones como Reporteros sin Fronteras como “ataques a la libertad de expresión”, la Voz de América conversó con el director de Casa Editorial El Tiempo de Colombia, Roberto Pombo.
Para el hombre de prensa, que un presidente diga que determinados medios están publicando noticias falsas “de alguna manera pone en orden la discusión”, dice Pombo, explicando que los medios de comunicación acusados se ven obligados a ser "más responsables” para demostrar que sus noticias “no son fake news”.
“Creo que en EE.UU. los medios han respondido a este reto de una manera muy seria e inteligente. Solo con el desempeño correcto del oficio es que podemos demostrar qué noticias son falsas y cuáles no”, señaló Roberto Pombo.
El director de Editorial El Tiempo considera que la situación actual de los medios de comunicación en EE.UU. es “muy positiva” porque se ha creado un ambiente de “lucha por la verdad”.
Pero, al mismo tiempo, reseña Roberto Pombo, que el peligro radica cuando se utiliza el término de “noticias falsas” en un contexto político, es decir cuando una persona que está en el poder, como el presidente Trump, “cataloga como falso todo aquello que no le gusta que se publique”.
“Eso me parece muy irresponsable y terrible desde el punto de vista de la libertad de expresión”, agregó Pombo.
Cabe anotar que EE.UU. ocupa el puesto 45, entre 180 países, en la clasificación mundial de la libertad de prensa 2018, según Reporteros sin Fronteras.
“Los gobiernos se han sofisticado en la forma de hacer censura”
Esta situación que se vive en EE.UU. ha sido fácilmente exportable a América Latina, especialmente en países donde la democracia está en peligro y se violan los derechos humanos como ocurre en Venezuela y Nicaragua.
Por ejemplo, en el caso venezolano, las autoridades niegan que exista una crisis que ha generado un éxodo masivo de sus ciudadanos y han empezado a utilizar la frase preferida del presidente Trump al decir que todos los reportes y noticias sobre los migrantes venezolanos son “circos fabricados”.
En Nicaragua, el gobierno ha utilizado el término para criticar el trabajo de los periodistas y a medios de la oposición. Incluso tienen una ley sobre terrorismo que criminaliza la protesta que representa una violación a la libertad de expresión del pueblo.
“El uso del término ‘noticias falsas’ tiene un impacto en la medida de quién lo dice. Si lo dice alguien que tiene algún poder de comunicación y encima tiene un grupo de seguidores que creen lo que dice, entonces sí genera un impacto”, señala Pombo.
Para el editor de Editorial El Tiempo de Colombia, la única manera de contrarrestar lo que está sucediendo en EE.UU. y América Latina con la proliferación de las noticias falsas es “producir noticias que sean lo contrario a una Fake News. Necesitamos noticias con información verídica, contrastada y con testimonios fácilmente verificables”.
“Como en el caso de Venezuela, en la que nosotros somos testigos de lo que está sucediendo en nuestra frontera, que es una catástrofe humanitaria, entonces resulta ridículo lo que afirma el gobierno venezolano”, indicó Roberto Pombo
“Los gobiernos se han sofisticado en la forma de hacer censura, en la manera de ahogar a los medios que son independientes”, asegura Pombo.
Los retos del periodismo de hoy
En el caso de EE.UU., el director de Editorial El Tiempo insiste en que se está produciendo una “revitalización” de la prensa porque los que realizan bien el oficio de periodistas se están “remangando la camisa” y están siendo más “responsables”.
“Lo que sí me parece muy preocupante es que desde el poder se produzcan este tipo de amenazas, pero al mismo tiempo existe un periodismo muy valiente, muy profundo y serio”.
Pero, las amenazas a la libertad de prensa no son los únicos desafíos que enfrentan los medios, tanto en EE.UU. como en Latinoamérica. Para Pombo el mayor reto es “sobrevivir” en medio de una revolución de las nuevas tecnologías y con ellas de la mano la aparición de las redes sociales.
“El negocio ha cambiado para poder sobrevivir con un nuevo lenguaje, nuevas herramientas y nuevas audiencias. El oficio del periodista es el mismo, eso no va cambiar y éste consiste en contar buenas historias y contarlas bien”, finalizó Roberto Pombo.