“El reino” de Rodrigo Sorogoyen arrasó con siete premios Goya, incluyendo a mejor dirección, guión original y actor protagonista, para Antonio de la Torre. Pero fue “Campeones” de Javier Fesser la que se llevó a casa el honor a la mejor película.
“Campeones”, que contaba con 11 nominaciones, es una comedia centrada en las peripecias de un equipo de baloncesto compuesto por un grupo de jugadores discapacitados.
“Hoy se ha acuñado un nuevo término, mucho más preciso, para las personas con discapacidad intelectual: campeones”, declaró Fesser, autor de grandes éxitos del cine español como “Camino”, al recibir el premio. “Ellos son los campeones, personas capaces de luchar por lo que aman y de defender lo que creen”.
Los otros dos únicos galardones de la cinta fueron a mejor canción original, por “Este es el momento”, de Coque Malla, y a mejor actor revelación para Jesús Vidal, quien en la vida real tiene discapacidad visual.
“Han reconocido a un actor con discapacidad. Ustedes no saben lo que han hecho. Me vienen a la cabeza tres palabras: inclusión, diversión, visibilidad. ¡Qué emoción! Muchísimas gracias”, expresó el actor de 43 años evidentemente emocionado, reivindicando los valores de “inclusión, diversidad y visibilidad” que promueve la película.
Su discurso conmovió a los asistentes y hasta al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien no asistió a la gala pero elogió sus palabras en Twitter: “Un discurso para no olvidar. Jesús Vidal ha hablado esta noche a nuestros corazones y ha remarcado tres palabras que nunca deben desaparecer de nuestra cabeza”.
“El reino”, que encabezaba la lista de candidatos con 13 menciones, es un thriller político que examina de forma crítica y precisa los fenómenos de corrupción que han sacudido a España en la última década. Obtuvo además los premios al mejor actor de reparto, para Luis Zahera; mejor música original, de Olivier Arson; mejor montaje y mejor sonido.
Sorogoyen, nominado también a un Oscar al mejor cortometraje por “Madre”, le dedicó su premio a su director de fotografía, así como a su padre.
“Esta película a priori era difícil de creer. Quiero compartir esto con mi padre, que iba a venir y al final no ha podido. Él cree que hacerle un papel en esta película era un regalo y realmente el regalo me lo ha hecho él”, expresó Sorogoyen. “Me estáis haciendo muy feliz y estáis creando un monstruo”, añadió dirigiéndose a la Academia.
El astro de su filme, Antonio de la Torre, dijo que “si pudiera ver este momento el niño que fui, si pudiera contárselo, lloraría de emoción, y el adulto también llora”. También aprovechó la ocasión para dedicarle su premio “a todos los políticos que se levantan todos los días tratando de cambiar el mundo”, una referencia precisamente al papel que encarna en “El reino” de un político corrupto.
El Goya a la mejor actriz protagonista fue para Susi Sánchez por “La enfermedad del domingo”, un drama recoge la traumática historia entre una hija y su madre, a la que da vida Sánchez.
“Esta es una película difícil, no para todos los públicos, pero es una joya sinfónica repleta de belleza, esperanza y amor”, dijo la actriz de 64 años.
El Goya de mejor actriz de reparto fue para Carolina Yuste por “Carmen y Lola”, la historia de amor entre dos mujeres de etnia gitana que deben vencer las resistencias de su entorno familiar y social.
“Roma” del mexicano Alfonso Cuarón se llevó el honor a la mejor película iberoamericana y “Cold War” del polaco Pawel Pawlikowski el de mejor película europea. Ambas se medirán este mes por el Oscar a la mejor cinta en lengua extranjera.
El premio de “Roma” lo recogieron los productores Gabriela Rodríguez y Nicolás Celis, que dieron las gracias en nombre de Cuarón a la comunidad cinematográfica española, “que siempre lo ha apoyado mucho”, y también a Netflix “por haber permitido llevar esta película al mundo entero”.
El premio a la mejor actriz revelación fue para Eva Llorach por “Quién te cantará”, quien conmovió al auditorio al invitar a las artistas presentes a ponerse de pie clamando por una mayor representación femenina en el cine, incluso después de los 40, 50 y 60 años de edad, y un salario igualitario.
“Es muy difícil ser mujer. Sois pocas, muy pocas”, dijo la intérprete dirigiéndose a las mujeres cineastas presentes en el auditorio. “Parece que las mujeres nos volvemos invisibles a partir de los 40, pero seguimos existiendo. No nos metemos en un agujero negro”, subrayó.
En la alfombra roja previa a la gala se destacaron la nominada Penélope Cruz, con un vestido plateado, quien estuvo acompañada por el director Pedro Almodóvar. Y Rosalía, con un kimono negro del diseñador español Juan Vidal. La cantante versionó más tarde en el escenario “Me quedo contigo”, un clásico del grupo de rumba gitana Los Chunguitos, acompañada por un gran coro.
También brillaron en la alfombra la actriz hispano-colombiana Juana Acosta, con un vestido de Dolce & Gabbana, y la modelo española Nieves Álvarez, con un diseño de pedrería de Ellie Saab.
Algunas de las actrices, como Llorach y la nominada Natalia de Molina, así como Sorogoyen, lucieron abanicos con el hashtag #NiUnaMenos repartidos por la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA) para denunciar los crímenes por violencia de género.
La gala de los Premios Goya, en su 33ra edición, contó con los humoristas Andreu Buenafuente y Silvia Abril como anfitriones y se llevó a cabo por segunda vez fuera de Madrid, en Sevilla.
Entre los asistentes estuvieron Isabel Coixet, gran triunfadora el año pasado por “La librería”, Juan Antonio Bayona y Alejandro Amenábar. Este último participó en el homenaje al director Narciso Ibáñez Serrador, quien recibió el Goya de Honor por toda su trayectoria.
Almodóvar, acompañado por varias estrellas de “Mujeres al borde de un ataque de nervios”, entregó el premio a la mejor película 30 años después de haberlo recibido él por esta misma película.