Los precios al consumidor en Estados Unidos aumentaron más de lo previsto en diciembre ya que los alquileres mantuvieron su tendencia al alza, lo que podría retrasar la tan esperada baja de tasas de interés de la Reserva Federal prevista para marzo.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió un 0,3 % el mes pasado, tras avanzar un 0,1% en noviembre, informó el jueves la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo. El costo de la vivienda representó más de la mitad del alza del IPC.
En los 12 meses transcurridos hasta diciembre, el IPC subió un 3,4 %, tras aumentar un 3,1 % en noviembre. Los economistas consultados por Reuters esperaban un crecimiento del 0,2 % en el mes y del 3,2 % en términos interanuales.
Desde su desaceleración hasta un aumento anual del 3 % en junio, los avances hacia una menor inflación al consumidor se han visto limitados por la persistencia de unos alquileres elevados. El incremento anual del IPC se ha enfriado desde el máximo del 9,1 % alcanzado en junio de 2022.
El informe siguió a la noticia del pasado viernes de que la economía añadió 216.000 puestos de trabajo en noviembre, con una recuperación del crecimiento salarial anual.
Excluyendo los volátiles componentes alimentario y energético, el IPC se elevó en un 0,3 % el mes pasado, tras crecer un 0,3 % en noviembre. El denominado IPC subyacente avanzó un 3,9 % interanual en diciembre, frente al 4 % de noviembre.
Aunque los precios al consumidor siguen altos, las medidas seguidas por la Fed para acercarse a su objetivo de inflación del 2 % mejoraron significativamente hasta gran parte de 2023, y el índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE) registró en noviembre su primer descenso mensual en más de tres años y medio.
Los alquileres, que representan una mayor parte de la cesta del IPC, tienen una ponderación menor en el índice PCE, que se publicará más adelante en el mes.
Más temprano el jueves, los mercados financieros consideraban que había un 69 % de probabilidades de que haya una rebaja de tasas en la reunión de política monetaria de la Fed de los días 19 y 20 de marzo, según la herramienta FedWatch de CME Group. Desde marzo de 2022, el banco central estadounidense ha subido el costo del crédito en 525 puntos básicos, al rango actual de 5,25 %-5,5 %.
Ante la resistencia del mercado laboral, que mantiene un elevado crecimiento salarial, algunos economistas esperan un recorte de tasas en mayo o junio. El mercado laboral se está relajando, pero sólo gradualmente, ya que los despidos siguen siendo bajos en comparación con la media histórica.
En otro informe publicado el jueves, el Departamento de Trabajo informó de que las solicitudes iniciales de subsidios estatales de desempleo cayeron en 1.000, a un nivel desestacionalizado de 202.000, en la semana finalizada el 6 de enero. Los economistas esperaban 210.000 pedidos.
Los datos de solicitudes suelen ser volátiles a principios de año. Las solicitudes se mantienen en el extremo inferior del intervalo de 194.000-265.000 que prevaleció en 2023. Los empresarios están acaparando trabajadores tras las dificultades para encontrar mano de obra después de la pandemia de COVID-19, lo que mantiene a raya la recesión.
El número de personas que reciben prestaciones tras una semana inicial de ayuda, un indicador indirecto de la contratación, cayó en 34.000, a 1,834 millones, en la semana que finalizó el 30 de diciembre, mostró el informe de solicitudes.
Las llamadas solicitudes continuas han aumentado en su mayor parte desde mediados de septiembre, una tendencia achacada sobre todo a las dificultades para ajustar los datos a las fluctuaciones estacionales tras un aumento sin precedentes de las solicitudes a principios de la pandemia.
Los economistas esperan que la distorsión se suavice cuando el gobierno revise los datos este año.
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