La Conferencia Internacional para la Democracia en Venezuela, en la que media decena de países participaron el martes en Perú, reflejó la diferencia de opiniones que existe en la comunidad internacional respecto a la utilidad de las negociaciones en Barbados.
El canciller peruano, Néstor Popolizio, dijo en una conferencia de prensa que aunque su país apoya el diálogo entre representantes del gobierno interino y el gobierno en disputa de Venezuela, “no todos los países piensan igual”.
Horas antes, el asesor de Seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, cuestionó los diálogos en Barbados diciendo que la única intención del presidente en disputa, Nicolás Maduro, en participar en las negociaciones es ganar tiempo. “El tiempo del diálogo terminó”, dijo Bolton durante su discurso en el encuentro realizado en Lima.
Una idea similar fue replicada por el representante de Juan Guaidó ante el Grupo de Lima, Julio Borges, quien respondiendo a una pregunta de la Voz de América en un encuentro con periodistas dijo que Maduro está “burlándose” de la “oportunidad” que los diálogos con el gobierno interino presentan. “A Maduro le hemos dado demasiadas oportunidades”, sentenció.
Borges estuvo presente en la reunión, a pesar de que la cancillería de Perú había dicho antes de la conferencia, que a fin de evitar "la polarización" del evento no invitaría ni a Guaidó ni a Maduro a Lima.
Por su parte, el Grupo Internacional de Contacto, integrado por ocho países de la Unión Europea, Costa Rica, México y Uruguay reafirmó en un comunicado su apoyo “a la participación de actores nacionales de Venezuela en los diálogos” facilitados por el gobierno de Noruega.
“Una salida negociada sigue siendo la única manera sostenible de superar esta crisis multidimensional”, expresó la coalición.
En vísperas de la conferencia, el gobierno de Estados Unidos emitió una nueva serie de sanciones que congelan todos los activos de Venezuela y extiende la posibilidad de sancionar a terceros que lleven a cabo transacciones comerciales con el gobierno en disputa. Durante la conferencia, EE.UU. animó a los demás países de la región a tomar medidas similares con respecto a las sanciones, según el canciller Popolizio.
México y Uruguay, quienes hasta ahora no han dado su apoyo expreso ni a Maduro ni a Guaidó, cancelaron a último momento su participación a la conferencia internacional. Sudáfrica fue el único país pro-Maduro que estuvo presente en el encuentro. Rusia, China, Turquía y Cuba, principales apoyos económicos y diplomáticos del gobierno en disputa, rechazaron la invitación.