El 24 de diciembre de 2022 se conoció que un bebé de la comunidad awajún de Nuevo Belén, en la Amazonía peruana, presentó fiebre, tos e imposibilidad para mover las piernas. Estuvo cuatro días en un centro de salud de su localidad antes de ser derivado al hospital de la región, donde estuvo internado un mes.
El menor de un año fue sometido a exámenes como la toma de sus heces. Esta prueba fue clave para que el Ministerio de Salud anunciará, el 21 de marzo pasado, que era un caso de poliovirus derivado de la vacuna tipo 1.
El pasado 25 de mayo, las autoridades sanitarias de Perú publicaron un decreto para declarar emergencia sanitaria por riesgo por elevado de brote de poliomielitis y sarampión en los departamentos de Amazonas, Arequipa, Lambayeque, Lima, Loreto, Madre de Dios, Moquegua, Puno, San Martín, Tacna, Tumbes, Ucayali y la Provincia Constitucional del Callao.
El texto, firmado por la presidenta Dina Boluarte y su ministra de Salud, Rosa Bertha Gutiérrez, indicó que la medida estará vigente en el plazo de 90 días.
"Es responsabilidad del Estado reducir el impacto negativo en la población ante la existencia de situaciones de riesgo elevado para la salud y la vida de los pobladores, así como mejorar las condiciones sanitarias y la calidad de vida de su población, y adoptar acciones destinadas a prevenir situaciones y hechos que conlleven a la configuración de éstas" asegura la declaración de emergencia sanitaria.
El más reciente caso de polio reportado en Perú data de 1991 y se registró en la región de Junín.
Infección aguda y sus riesgos
Según el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC), el poliovirus derivado de la vacuna tipo 1 es “una infección aguda que algunas personas desarrollan parálisis o pérdida de movilidad en las extremidades cuando entra en el cuerpo, generalmente por vía oral, casi siempre transportado por manos que han estado en contacto con materia fecal”.
Generalmente “es un virus presente en personas sin inmunodeficiencia conocida”, indica el organismo. Es decir, cuando el sistema inmune de una persona no es capaz de funcionar correctamente ante la aparición de alguna enfermedad.
En el caso de Loreto, los padres del menor al que le fue detectado polio vivían en una comunidad alejada en la selva peruana. Informaron que no le habían aplicado ninguna de las cinco vacunas regulares para prevenir esta enfermedad. Solamente había sido vacunado contra la hepatitis B, al momento de su nacimiento.
Bajas coberturas de vacunación
El caso de polio en Loreto encendió las alarmas del gobierno y autoridades de salud de Perú. El estado de emergencia sanitaria está vigente para 13 regiones, de las 26 que tiene Perú, también ha llamado la atención acerca de las coberturas de inmunización en la nación.
Hasta 2022, el avance de la cobertura de vacunación contra la polio fue de 81,6 % en Perú. Muy lejos del 95 % que exige la Organización Panamericana de la Salud.
Las regiones con peores tasas de vacunación para las tres primeras dosis contra la polio son Huancavelica (75,5 %), Loreto (74 %), Puno (72,9 %), Lima (72,4 %) y Arequipa (71,5 %).
Las peores situadas en la vacunación contrael sarampión son: Madre de Dios (21,4 %), Ucayali (26,7 %) y Loreto (33,9 %).
Estrategia estatal
En este contexto, el pasado viernes 26 de mayo se puso en marcha una campaña de fortalecimiento de la vacunación contra el polio y sarampión en Lima. La Voz de América llegó a uno de los distritos más alejados de la capital peruana que es Villa María del Triunfo. Allí encontramos a una representante del Ministerio de Salud (Minsa) que detalló el plan a seguir en los próximos días.
María Elena Martínez, directora de inmunizaciones del Minsa, explicó a la VOA que la meta trazada por el gobierno es vacunar a dos millones quinientos mil niños y niñas menores de cinco años.
“El trabajo será con estrategias de vacunación casa por casa, en conglomerados y establecimientos de salud. Y vamos a fortalecer la comunicación para que los padres de familia permitan que los chicos y las chicas se vacunen”, reveló.
La vocera de la cartera de salud descartó que actualmente haya casos de poliovirus salvaje en el país. Sin embargo, detalló las acciones que tomarían si ocurre tal situación como un cerco epidemiológico, una búsqueda de casos y un análisis de riesgo por cada región.
“Hemos encontrado que, hace cuatro años, las coberturas de vacunación no alcanzan los estándares que se piden que es de 95 %”, informó Martínez. La especialista agregó que hubo niños que se dejaron de vacunar por los dos años de la pandemia del coronavirus a tal punto que la cobertura de inmunización cayó al 70 % en 2020.
Además, señaló que la labor de vacunación será más intensa en regiones como Loreto, Ucayali, Madre de Dios y Amazonas, donde hay poblaciones más extensas y se encuentran los pueblos indígenas.
Finalmente, la funcionaria aseguró que la cartera de salud se encuentra preparada porque, además, tiene comités centrados en la erradicación de la polio y la inmunización. Además, cuentan con la colaboración del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades y el Instituto Nacional de Salud.
Más medidas
El exministro de salud, Víctor Zamora, señaló en diálogo con la VOA que la decisión del gobierno de declarar la emergencia sanitaria por el riesgo de brote de las enfermedades poliomielitis y sarampión es acertada porque en la 30º reunión de la Organización Panamericana de la Salud se mencionó que el Perú era uno de los tres países de América Latina —junto a República Dominica y Brasil— en que se encontraba en mayor riesgo en el retroceso de la cobertura de vacunación.
“Ya se había advertido que Perú era un país en altísimo riesgo, sus coberturas vacunales son muy bajas, su epidemiología está debilitada y sus laboratorios son lo que la pandemia demostró que son: muy débiles”, apuntó Zamora.
Sin embargo, el especialista en salud pública consideró que la medida resulta insuficiente. “Se pone correctamente el énfasis en vacunar, pero no dice nada en entrenar al personal en la vigilancia y, además, fortalecer los laboratorios del país”, remarcó.
Zamora enfatizó que el Estado debe desplegar toda una intensa campaña comunicacional que deberá implementarse a pesar de la desconfianza que hay contra las autoridades por la actual polarización política que vive el país.
“La vacunación requiere de una gran movilización social. No solamente que el Ministerio de Salud se cargue solo la campaña. Necesita de aliados como los municipios, los gobiernos regionales, la sociedad civil, los padres de familia, los profesores, las ollas comunes”, dijo.
“El Perú tiene el más ambicioso programa de las Américas. Tenemos 18 productos vacunales cuando el promedio de América Latina es trece. Tenemos casi todas las vacunas para veinticuatro enfermedades”, finalizó.
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