El accidente aéreo del 29 de enero de 2025 en el río Potomac en Washington, que dejó un saldo de 67 muertos, reavivó el debate sobre la seguridad aérea y la percepción que se tienen sobre este tipo de situaciones.
Si bien la sensación general es que estos incidentes están aumentando, los datos muestran una realidad muy distinta.
El comandante de Airbus Perico Durán, quien lleva 24 años en la industria, explicó a la Voz de América que la percepción de un aumento en accidentes aéreos no está respaldada por las estadísticas.
“En Estados Unidos, el último accidente con víctimas mortales antes del de Washington ocurrió en 2013. Han pasado 12 años sin un solo accidente en la aviación comercial por compañías que pertenecen a IATA (Asociación de Transporte Aéreo Internacional)”, asegura Durán, quien también se ha popularizado en redes sociales gracias a sus contenidos divulgativos sobre seguridad aérea.
La aviación es cada vez más segura
La tendencia en cuanto a la seguridad ha ido en aumento, de acuerdo con las cifras oficiales. En la década de 2000-2010 hubo un promedio de 13 accidentes aéreos comerciales anuales con un total de 20 millones de vuelos. En la década siguiente, el número de vuelos aumentó a 30 millones, pero los accidentes se redujeron a 9 por año.
Ahora, con 40 millones de vuelos anuales, el promedio de accidentes es de apenas 4,4 por año. En 2023 solo se registró un accidente en esos 40 millones de vuelos.
“Si hay una industria que ha logrado mejorar su seguridad a niveles extraordinarios, es la aviación comercial”, enfatiza Durán.
Por su parte, Gonzalo Zulueta, que es instructor de vuelo en Miami, Florida, también aporta datos relevantes al respecto al señalar que “en Estados Unidos, la Administración Federal de Aviación (FAA, en inglés) maneja 45.000 vuelos diarios, con más de 16 millones de vuelos anuales” y que “más de 3 millones de pasajeros llegan sanos y salvos a sus destinos cada día”.
Sin embargo, es importante diferenciar entre la aviación comercial y la aviación general, que incluye vuelos privados y avionetas. La gran mayoría de los incidentes, explican los especialistas, ocurren en vuelos privados o en aeronaves no reguladas con los mismos estándares de seguridad que las aerolíneas comerciales.
Ahí la relación es más grande: son unos 200 accidentes con víctimas mortales al año. Es decir, un accidente de este tipo cada dos días.
Redes sociales y percepción de inseguridad
El factor clave en la percepción de un aumento de accidentes es el impacto que tienen las imágenes de esos sucesos en las redes sociales ya que cualquier incidente suele ser grabado y compartido en cuestión de segundos.
“(De los atentados) del 11 de septiembre de 2001 tenemos pocas imágenes porque la gente no llevaba una cámara en el bolsillo. Hoy, cualquier accidente se graba desde cinco o seis ángulos distintos, con imágenes en alta definición que se viralizan en minutos”, explica Durán convencido de que eso provoca que el público perciba un incremento en los accidentes, aunque la realidad sea la opuesta.
Zulueta, por su parte, coincide en que la cobertura de incidentes aéreos ha cambiado radicalmente. “Las redes amplifican todo. Un pasajero en un accidente menor en Canadá grabó la evacuación. Se difundió tanto que parecía un suceso catastrófico, cuando en realidad nadie salió herido”, afirmaba ante la VOA.
Además, también coinciden al señalar que, muchas veces, los medios de comunicación suelen presentar los incidentes de manera “sensacionalista”, que pueden desvirtuar la realidad de algunas operaciones que suelen formar parte del protocolo.
Un aterrizaje de emergencia, que en la aviación es una maniobra segura y protocolizada, se presenta como un evento de riesgo inminente. “Muchas veces los titulares no reflejan la realidad del suceso”, advirtió Durán.
Seguridad y protocolos en aviación
La aviación sigue estrictos controles de seguridad antes, durante y después de cada vuelo. “La aviación es la industria más regulada del mundo. Desde lo que comemos hasta cuánto dormimos está monitoreado”, explicó el piloto de Airbus.
Cada avión está en “constante autochequeo” y, además, cada vuelo pasa por exhaustivos controles previos. “Los pilotos tienen listas de verificación rigurosas. Antes de cada vuelo, inspeccionamos el avión por dentro y por fuera, asegurándonos de que todo esté en orden. Además, cada aeronave debe someterse a mantenimiento regular según normativas muy estrictas”, detalló Zulueta.
Por otra parte, el mantenimiento de las aeronaves también es una constante. “Un avión comercial pasa por revisiones técnicas mucho más seguidas de lo que la gente imagina. Hay inspecciones diarias, cada 100 horas de vuelo y revisiones profundas periódicamente”, agregó Durán al respecto.
¿Qué pasa si falla un motor?
Una de las mayores preocupaciones de los pasajeros es el fallo de motor, aunque aclaran que los aviones están diseñados para volar con un solo motor.
“Si un motor deja de funcionar, el otro puede llevar el avión a destino. Incluso en el improbable caso de que ambos motores fallen, el avión puede planear y aterrizar con seguridad. Eso fue lo que ocurrió en 2009 en el río Hudson”, recordó el instructor de vuelo.
“Cada avión debe demostrar que puede despegar y volar con un motor menos del que tiene. Si es un avión de dos motores, se prueba que puede volar con uno solo. Es un margen de seguridad impresionante”, recalcó por su parte el piloto.
Zulueta, que se dedica a formar a futuros pilotos en el sur de la Florida, refuerza esta idea explicando que los comandantes están preparados para estas situaciones: “Lo primero que enseñamos a los estudiantes es que el fallo de motor no es una cuestión de ‘si’ ocurrirá, sino de ‘cuándo’. Y cuando pasa, hay procedimientos muy claros para manejar la situación sin peligro”.
Las turbulencias: incómodas, pero no peligrosas
Otro tema que genera ansiedad en los pasajeros son las turbulencias. “La turbulencia es incómoda, pero no peligrosa. Nunca en la historia de la aviación moderna un avión ha caído por turbulencias”, aclaró Durán.
Las turbulencias más severas alcanzan 2.5G de fuerza, mientras que los aviones están diseñados para soportar hasta 5.8G sin sufrir daños estructurales. “Los titulares alarmistas sobre turbulencias son engañosos. Muchas veces dicen que el avión ‘cayó 9.000 pies (2.740 metros) en un pozo de aire’, cuando en realidad fue un descenso controlado”, dijo el piloto.
Además, insisten en que las turbulencias son fenómenos atmosféricos normales y los aviones están diseñados para soportarlas sin problema. “El mayor peligro de una turbulencia es que un pasajero sin cinturón se golpee contra el techo de la cabina”, advirtió Zulueta.
La aviación sigue siendo el transporte más seguro
Los datos muestran que la aviación comercial es más segura que nunca. Como dijo Durán, “en 100 millones de vuelos, ha habido solo un accidente mortal en Estados Unidos. No hay ninguna actividad más segura en el mundo”. A pesar de la percepción de que los accidentes son más comunes, la realidad es que las mejoras en seguridad han reducido drásticamente los incidentes.
“Tienes más probabilidad de chocar en el camino al aeropuerto que de sufrir un accidente en el avión”, apostilló Zulueta.
Con todo, defienden que la aviación es, por mucho, el medio de transporte más seguro, y seguirá siéndolo gracias a la innovación constante y la rigurosidad de sus protocolos.
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestros canales deYouTube, WhatsApp y al newsletter. Activa las notificaciones y síguenos en Facebook, X e Instagram.
Foro