El secretario de Estado Mike Pompeo llegó el sábado a Japón para consultas con líderes locales antes de su viaje a Corea del Norte.
Pompeo tiene la dura tarea de tratar de convencer a los norcoreanos a abandonar sus armas nucleares en momentos en que el presidente Donald Trump desea una segunda reunión cimera con el líder norcoreano Kim Jong Un.
Pompeo se reunirá con el primer ministro japonés Shinzo Abe y con el canciller Taro Kono para hablar de la política hacia Corea del Norte, antes de viajar el domingo a Pyongyang.
La gira asiática de Pompeo lo llevará también a Corea del Sur y China.
Trump y Kim forjaron un difuso acuerdo de "desnuclearización" cuando se reunieron en junio, pero discreparon en cuanto a cómo implementarlo.
En Beijing, Pompeo hablará con los líderes locales sobre las tensiones comerciales entre los dos países, y las acusaciones de que China está interfiriendo en las elecciones.
En contraste, se espera que las reuniones de Pompeo con Abe y Kono sean más amigables.
Entre los planes están hablar de maneras de estrechar la cooperación para lograr la desnuclearización de Corea del Norte, dijo el secretario de gabinete japonés Yoshihide Suga, aunque no dio detalles.
La verdadera prueba diplomática para Pompeo será en Pyongyang.
En el avión rumbo a Japón, Pompeo dijo que buscará "que ambas partes entiendan bien lo que cada una está tratando de lograr ... y cómo eso se puede cumplir a la luz de los compromisos que se hicieron" en Singapur.
Añadió que elaborarán una lista de posibles lugares para una segunda cumbre entre Trump y Kim.
Corea del Norte por ahora ha suspendido sus pruebas nucleares y misilísticas, ha puesto en libertad a tres estadounidenses que estaban presos, ha desmantelado partes de una fábrica de motores y ha destrozado las entradas a una instalación nuclear subterránea. Pero no ha tomado medida alguna para cesar el desarrollo de armas nucleares o de misiles.