LAS VEGAS (AP) - Más de 10 meses después de la peor masacre ocurrida en la historia moderna de Estados Unidos, la policía anunció el cierre de las investigaciones sin responder a la pregunta crucial: ¿Por qué un sujeto disparó indiscriminadamente contra una multitud dejando 58 personas muertas y centenares heridas.
Sin embargo, la policía afirma que después de centenares de entrevistas y miles de horas de investigaciones pueden afirmar con seguridad que no hay pruebas de que se haya tratado de una acción en la que hayan estado coludidas más personas o que haya existido un segundo agresor armado.
Stephen Paddock era un "hombre común y corriente" que mostraba indicios de tener problemas mentales antes de que perpetrara la matanza a tiros en el Las Vegas Strip, dijo el viernes el jefe de la policía del condado Clark, Joe Lombardo.
El Strip es la arteria donde se encuentran la mayoría de los hoteles, casinos y complejos turísticos. Paddock era una persona solitaria que apostaba grandes cantidades y había gastado más de un millón de dólares durante un año antes de la masacre.
"Pudimos responder las preguntas quién, qué, cuándo, dónde y cómo", afirmo Lombardo. "Pero lo que no hemos podido contestar en definitiva es... por qué Stephen Paddock cometió este acto".
Paddock fue el único sujeto que disparó contra una multitud de 22.000 personas que asistía a un concierto, desde una habitación en el 32do nivel del hotel Mandalay Bay, al otro lado del Bulevar Las Vegas respecto del lugar de las víctimas, dijo el sheriff.
Según Lombardo, con la conclusión de la pesquisa que el Departamento de la Policía Metropolitana de Las Vegas efectuó durante 10 meses, no se harán más imputaciones contra nadie en relación a la peor masacre a tiros perpetrada en la historia moderna de Estados Unidos.
Este año, fiscales federales presentaron cargos penales contra un hombre al que imputan haber vendido balas ilegales que tienen capacidad para perforar blindajes y que fueron encontradas en la habitación de Paddock. Douglas Haig se declaró inocente y sostiene que solo vendió balas trazadoras que iluminan la trayectoria de los proyectiles. Está en libertad a la espera de una audiencia.
La periodista de The Associated Press, Regina Garcia Cano, en Las Vegas, y Michael Balsamo, en Washington, contribuyó a este despacho.
AP