El liderazgo del Partido Republicano en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, encabezado por Mike Johnson, espera llevar este martes al pleno la votación de un proyecto de ley de “resolución en curso” para el financiamiento del gobierno federal hasta el 30 de septiembre, con lo que evitaría un cierre parcial a partir del sábado.
El plan republicano es superar el voto con su propia unidad en mayoría de 220 escaños frente a los 215 demócratas en la Cámara Baja; la oposición demócrata ha expresado su rechazo al plan que los republicanos esperan llegue cuanto antes al Senado, donde los obstáculos para prosperar son mayores al necesitar el apoyo de al menos siete senadores demócratas.
Los republicanos también tienen mayoría simple en el Senado de 53 frente a 47, pero necesitan más que mayoría simple para avalar una legislación de presupuesto que llegue luego al despacho del presidente Donald Trump.
El plan que se someterá a votación este martes contempla un aumento en el gasto de defensa de unos 6.000 millones de dólares más que el año fiscal 2024, pero intenta reducir en 13.000 millones de dólares otros gastos del gobierno federal.
Las críticas al plan no se han hecho esperar desde el Partido Demócrata en ambas cámaras al cuestionar la propuesta que los republicanos consideran “limpia”, en la que los demócratas ven muchos vacíos.
“Los demócratas de la Cámara de Representantes no serán cómplices de los esfuerzos republicanos para dañar al pueblo estadounidense”, dijo el líder demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, de Nueva York.
La bancada demócrata considera que la legislación daría más márgenes de maniobra al presidente Trump y al multimillonario Elon Musk para reajustar los límites de la financiación, según sus propios planes, los que mantienen tenso a todo el aparato gubernamental ante la amenaza de despidos masivos, para reducir gastos.
“Esta no es una resolución de seguimiento limpia. Este proyecto de ley es un cheque en blanco”, dijo la representante Rosa DeLauro de Connecticut, la demócrata de mayor rango en la Comisión de Asignaciones de la Cámara de Representantes. “Es un cheque en blanco para Elon Musk y el presidente Trump”, apuntó.
El Partido Republicano rechaza esa insistencia de sus colegas demócratas en ambas cámaras del legislativo.
Jonhson vaticinó el lunes que la resolución “pasará” este martes porque “nadie quiere cerrar el gobierno. Estamos gobernando, haciendo lo responsable como republicanos. Dependerá de Chuck Schumer (jefe de la minoría en la Cámara Alta) y los demócratas del Senado hacer lo correcto”, dijo.
De no haber un acuerdo antes del viernes a la medianoche, el cierre del gobierno afectaría a unos 900.000 empleados federales que podrían ser suspendidos sin sueldo y más de 1,4 millones podrían tener que seguir trabajando, muchos de ellos sin recibir salario, según ha estimado Rachel Snyderman, directora ejecutiva de política económica del Bipartisan Policy Center en declaraciones a la prensa.
Estira y encoje en ambos bandos
El presidente Trump ha pedido a los legisladores de su partido a “permanecer UNIDOS, SIN DISIDENCIA” y actuar en consecuencia a su plan en el “momento adecuado”.
El llamado del mandatario ha impulsado los apoyos en el grupo de su partido como el House Freedom Caucus que con anterioridad se ha opuesto a los proyectos de ley de gastos; pero ahora se apresta a apoyarlo bajo el argumento que: "contrariamente al abuso que el Congreso ha hecho durante mucho tiempo de esta herramienta legislativa, esta resolución es un cambio de paradigma", dijo en comunicado.
No obstante, al menos un legislador republicano preocupado con anterioridad por planes de gasto ha expresado su oposición de inclinarse a votar sin cuestionamientos; se trata del representante Thomas Massie, republicano por Kentucky, que sigue siendo un indeciso y ha dicho que esta vez votará en contra.
"Supongo que los déficits solo importan cuando somos minoría", dijo Massie a Associated Press, al preguntarle por qué sus colegas no escuchaban sus preocupaciones.
Un memorando publicado por los demócratas puso el dedo sobre la línea de las directivas específicas para el financiamiento de programas como “clave” en la ley de gastos, y que en la legislación desparecen, con lo que considera que la administración Trump tendría más márgenes de maniobra para reestructurarla según sus prioridades.
“El presidente Trump ha respaldado esta resolución de un año completo porque entiende lo que le espera: más poder sobre el gasto federal para elegir ganadores y perdedores y devastar a los estados y prioridades demócratas”, advirtió el memorando.
Los demócratas consideran también que la propuesta tal cual va a votación en la Cámara Baja deja sueltos aspectos como desviar dinero de la lucha contra el fentanilo para destinarlo a las iniciativas de deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados.
El Senado no ha ahondado en opiniones en espera del primer paso de la Casa de Representantes y ver el contenido para considerarlo, los demócratas han ofrecido otra propuesta que sería una contraoferta en caso de no superar con éxitos ambos hemiciclos el plan republicano.
[Con información de Associated Press y Reuters]
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