El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, prometió durante su campaña un ambicioso proyecto económico para bajar la inflación e impulsar la economía del país.
Trump, que ocupará de nuevo el cargo a partir del 20 de enero próximo, contemplaría la posibilidad de incrementar los aranceles de los productos importados con el objetivo de potenciar el comercio nacional, fomentar la industria del petróleo y aprobar nuevos recortes fiscales.
En cuanto a los aranceles, la propuesta del republicano incluye aumentos de entre un 10 % y un 20 % sobre los bienes que ingresen al país, con medidas aún más severas para los provenientes de China, que podrían ver aranceles de hasta el 60 %. En algunos casos específicos, las tarifas podrían alcanzar el 200 %.
Según Trump, esta medida busca fortalecer “la recaudación fiscal” y serviría como “una herramienta de presión” contra naciones que, según él, afectan negativamente a la economía estadounidense.
“Hasta el momento, en EEUU prácticamente no existían aranceles y solo eran muy pequeños y para determinadas cosas. EEUU produce mucho en el extranjero, todo eso se importa, no solo productos terminados, sino también ensambles, partes y piezas”, explicó el economista Tulio Rodríguez a la Voz de América.
Efecto directo en la economía
El experto financiero, licenciado en la Universidad Católica Andrés Bello de Venezuela y fundador de la consultora Kores en EEUU, advirtió que esa decisión tendría un efecto inmediato ya que provocaría una subida generalizada de precios.
Es la misma opinión que comparten más de 60 académicos estadounidenses que han advertido de las consecuencias que tendrían estas políticas financieras.
“En el momento que vienen los aranceles, los productos ya son más caros porque el que está importando para distribuir o para fabricar tiene necesariamente que traspasar esos precios al producto o al consumidor”, agregó Rodríguez.
Donald Trump también ha impulsado un plan contra la migración irregular en el país y ha asegurado que desde el primer día de su administración ordenará deportaciones masivas de todos aquellos que no tengan documentos para vivir y trabajar legalmente en EEUU.
Los analistas indican que eso también influiría directamente en la economía, debido a que existe en el país una fuerza laboral importante que es indocumentada y trabaja en economías informales, con bajos salarios.
Plan contra los indocumentados
El número de inmigrantes no autorizados en la fuerza laboral de Estados Unidos ha registrado un incremento significativo en los últimos años. Un informe del Centro de Investigación Pew concluyó que en 2022 ese segmento de población pasó de 7,4 millones de personas en 2019 a 8,3 millones, alcanzando niveles históricos que no se veían desde 2008 y 2011.
Esta cifra representa aproximadamente el 4,8 % de la fuerza laboral total en el país, lo que pone de manifiesto el papel “sustancial” que juegan los inmigrantes no autorizados en el mercado laboral estadounidense. Los datos del informe reflejan una tendencia en aumento y la persistencia de estos niveles de participación en medio de cambios económicos y políticos en Estados Unidos.
Además, su papel en sectores clave, como la construcción, la agricultura y los servicios, sigue siendo crucial para muchas industrias, destacando la dependencia del país de estos trabajadores.
Los expertos afirman que de eliminarse esta fuerza de trabajo, los salarios podrían incrementarse en muchas actividades. “Si ese cambio es de 180 grados y comenzamos a sacar a la gente de manera masiva, eso también tiene un impacto ya que hay que recordar que este país es netamente de inmigrantes”, indicó Rodríguez.
Un impacto probable de estas medidas será una subida en los precios para los consumidores en Estados Unidos, ya que muchas empresas suelen trasladar estos costos a los compradores.
Impulso a la industria de combustibles fósiles
Otra de las medidas anticipadas es un apoyo decidido a la producción de combustibles fósiles. Trump planea facilitar al sector petrolero y gasífero el acceso a nuevos sitios de exploración, eliminando incentivos para energías renovables y flexibilizando normas que limitan la expansión de estas industrias.
“Él está a favor del petróleo y quiere asegurarse que el bolsillo de las personas mejore. Ese es el enfoque a nivel de tasas de bancos, de préstamos, hipotecas, a nivel de gasolina, bajar los precios del petróleo, también de la comida”, comentó Gabriela Berrospi, fundadora de LatinoWallStreet y exdirectora de estrategia hispana de Robert F. Kennedy Jr., que se presentó como candidato presidencial independiente y luego dio apoyo a la candidatura de Trump sin formar parte del Partido Republicano.
En su opinión, el objetivo final “es mejorar la calidad de vida de las personas” y “hay un plan para eso, que está en enfocarnos en Estados Unidos ya que la administración actual se ha enfocado mucho en el extranjero y en dar cientos de millones de dólares a guerras y a cosas así. Él quiere parar eso, vamos a enfocarnos aquí, a tener los ingresos aquí”, añadió.
El papel de la Reserva Federal
El hecho de que algunas de estas medidas económicas pudieran incrementar la inflación debido al aumento de los precios, también podría presionar a la Reserva Federal a mantener los intereses elevados durante un período prolongado o incluso considerar un aumento adicional en los costos de endeudamiento.
Precisamente hay cierta incertidumbre sobre lo que va a hacer la Reserva Federal en medio de este contexto económico. Su presidente, Jerome Powell, ha asegurado que los resultados electorales no tendrán efecto en las decisiones políticas del organismo económico.
“No sabemos cuándo ni en qué medida se producirán los cambios de política, por lo que no sabemos cuáles serán sus efectos sobre la economía”, declaró la semana pasada ante los medios.
Es decir que la Reserva Federal pretende continuar con sus planes independientemente de lo que haga la nueva administración de la Casa Blanca en materia económica. Asegura que los funcionarios toman decisiones basadas en datos y que la política aquí no interfiera para nada. Que la Reserva Federal trabaja como un ente autónomo para dar estabilidad a la economía.
“Si la FED puede evitar una recesión va a ser temporal. No se puede evitar una recesión para siempre, para toda la vida, nunca más. Pero sí puede evitarlo por años, si van con recortes de tasas y estimulando la economía”, argumentó Berrospi.
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