El presidente chileno Sebastián Piñera considera que el plan de paz propuesto por el mandatario venezolano Hugo Chávez no ofrece las mínimas garantías para ser tomado en cuenta.
A su llegada a Madrid tras su gira por Oriente Próximo, Piñera cree que "intervenir en los asuntos de un país es una decisión difícil, pero ya ha habido demasiadas muertes y, no hacer nada, es la peor decisión que podríamos tomar".
A diferencia de “las revoluciones pacíficas que se están produciendo en el mundo árabe que acabarán con países más libres, más modernos y democráticos”, la de Libia "es una guerra civil en la que la fuerza militar de Gadhafi es infinitamente más poderosa que la de sus opositores", afirmó el presidente.
El mandatario reafirmó la posición de una necesaria intervención de la comunidad internacional insistiendo en que “los mediadores en los conflictos internacionales tienen que ser elegidos por ambas partes”. “No creo que la mediación de Hugo Chávez en Libia rinda frutos", subrayó el mandatario que enfatizó que Gadhafi tiene que dar un paso a un lado y dejar a su pueblo que se exprese, declaró a la Televisión Española (TVE).
La relación entre Chávez y Gadhafi
Chávez, que considera a Gadhafi "mi amigo", no ha condenado los ataques de las tropas libias a los opositores, y propuso enviar al país africano "una comisión de buena voluntad que vaya a tratar de ayudar a que no se sigan matando en Libia".
El gobernante venezolano afirmó que Estados Unidos "está exagerando" sobre la crisis libia porque están "enloquecidos por el petróleo libio", mientras que el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró que Gadhafi autorizó a Venezuela a seleccionar países miembros de una comisión mediadora.
Los cancilleres de Cuba, Ecuador y Bolivia, y representantes de Nicaragua, Dominica y San Vicente y las Granadinas, apoyaron la propuesta de Chávez durante una reunión de la Alternativa Bolivariana para los pueblos de América, ALBA.
