El Partido Comunista de Chile solicitó a la justicia de ese país la exhumación de los restos del poeta Pablo Neruda para determinar la causa de su muerte.
El Premio Nobel falleció el 23 de septiembre de 1973, 12 días después del golpe militar que llevó a cabo el General Augusto Pinochet y derrocó al presidente socialista Salvador Allende, quien era amigo de Neruda.
La muerte del poeta fue atribuida a un cáncer de próstata, pero el ex chofer del literato, Manuel Araya, alega que el gobierno de Pinochet lo envenenó para silenciar sus críticas al nuevo régimen.
La Fundación Neruda, que administra los bienes del dramaturgo, rechazó que haya muerto por una inyección letal.
El abogado chileno Eduardo Contreras ha justificado la medida, ya que dice “hay muchos puntos oscuros” en la muerte del autor de "veinte poemas de amor y una canción desesperada".
"No hay otra manera de resolver esta terrible duda que surge de hechos tan extraños como las contradicciones de lo que informó la prensa el día de su fallecimiento y el certificado de defunción, que evidentemente es falso", dijo Contreras a periodistas.
Las obras de Neruda fueron prohibidas durante 17 años de dictadura de Pinochet.