Una nueva marea de petróleo procedente de Irán llegará al mercado mundial de crudo, cuyos precios se han desplomado a niveles no vistos en décadas a causa del exceso de oferta.
El Ministerio de Petróleo iraní anunció que intenta aumentar su producción y exportar 500.000 barriles al día, luego del levantamiento de sanciones anunciadas el fin de semana.
Los iraníes pretenden llevar su producción hasta los 2 millones de barriles diarios.
La consecuencia más inmediata sería una nueva caída de los precios del crudo a partir de este lunes.
El nerviosismo fue palpable en el mercado accionario saudita, que perdió el domingo más de 5%.
Arabia Saudita es el mayor productor de crudo de la OPEP, el cártel que pierde cada vez más influencia en el sector y al que también pertenece Irán.
Los demás productores no piensan dejar de producir a pesar de los precios tan bajos, por miedo a perder su porción del mercado.
Países como Venezuela e incluso Rusia, dependen de las exportaciones petroleras para financiar sus economías, por lo que las noticias implican una crisis que se agudizará en un futuro cercano.
El rublo ruso cayó el lunes a su nivel más bajo de 85 rublos por euro y 79,1 respecto al dólar.