El presidente colombiano, Gustavo Petro, entregó este lunes un total de 86 medallas a militares, indígenas e instituciones que participaron durante 40 días en la búsqueda de los cuatro niños perdidos en la selva colombiana que fueron rescatados el pasado 9 de junio.
En medio de una mañana soleada, el mandatario encabezó un acto en la Plaza de Armas de la Casa de Nariño, en el que puso el operativo como ejemplo de los logros que puede tener la suma de saberes tradicionales occidentales y los conocimientos ancestrales.
El rescate de los cuatro menores fue posible gracias al trabajo conjunto de uniformados del Ejército de Colombia y la Fuerza Aérea con comunidades indígenas, que implementaron sus propios conocimientos para contribuir en la misión.
Los niños se perdieron en la jungla durante cuarenta días después de que el avión en el que se transportaban con su madre, Magdalena Mucutuy, se accidentó en la selva entre los departamentos de Caquetá y Guaviaré, el pasado primero de mayo. En el siniestro también perdieron la vida el piloto y otro pasajero.
Los cuatro menores emprendieron entonces una travesía en la que fueron dejando algunas huellas que permitieron que el grupo de personas que los buscaba, los hallara con vida y fueran trasladados a un hospital militar en Bogotá, donde se siguen recuperando.
En el acto de condecoración del lunes, el presidente Petro contó que pocos días después de comenzar la búsqueda recibió una llamada de Fidencio Valencia, tío abuelo de los niños, quien le manifestó que “los espíritus de la selva” decían que algo se estaba moviendo en ese territorio que no permitía “devolverlos”.
“Le hice caso a su tesis, que era que el accionar militar se pudiera juntar con la espiritualidad indígena y dí esa orden”, reveló el mandatario colombiano.
Petro agregó que en países como Alemania y Francia, donde ha estado de gira en las últimas semanas, “no pueden imaginarse a sí mismos defendiéndose durante cuarenta días en la selva solos” y que los niños pudieron hacerlo “porque tenían el conocimiento ancestral” que les habían transmitido.
Dijo que el éxito del trabajo conjunto de militares e indígenas fue el triunfo de la vida. “Ustedes con satélites -los militares-, ustedes los indígenas con el yagé e invocando los espíritus de la selva; ambos, juntos, encontraron la vida”, señaló el presidente.
Eso, afirmó, tiene que dar inicio a “una fase de entendimiento entre nosotros y nosotras” en Colombia, entendimiento nacional sin ningún tipo de exclusiones, con un objetivo: la vida.
Hubo un momento especial para hacerle un reconocimiento a Wilson, uno de los perros que conformó el equipo de búsqueda de los cuatro niños indígenas y que terminó extraviado en la selva colombiana.
El presidente Petro le impuso dos medallas a Drugia, la madre del canino, y le dio un saludo especial al soldado del Ejército Anderson Acosta, compañero y guía del perro Wilson.
En la mañana del lunes se conoció que Cristin Neriman Ranoque Mucutuy, la más pequeña de los cuatro hermanos, que cumplió un año en medio de la travesía, fue dada de alta del hospital militar en el cual se recuperan los menores.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), entidad encargada de determinar quién debe tener la custodia de los menores, sigue avanzando en el proceso de reconocimiento de derechos para tomar una decisión sobre el futuro de los pequeños.
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