Decenas de policías antimotines con cascos y escudos, así como autos policiales con sirenas ululando, comenzaron a resguardar estrictamente la frontera con Ecuador desde la madrugada del sábado, a fin de permitir únicamente el ingreso de migrantes venezolanos que posean pasaporte y visa humanitaria, en cumplimiento de una nueva ley.
En la víspera ingresaron 9.612 venezolanos a Perú, de acuerdo con datos de la agencia migratoria peruana. La cifra es la más alta registrada por las autoridades peruanas y es superior a la del 31 de octubre de 2018, cuando poco más de 6.700 venezolanos entraron en el último día antes de que finalice la posibilidad de que los migrantes puedan obtener un documento emitido por Perú para trabajar o estudiar.
Las autoridades migratorias también se mantenían alertas en sus 30 puestos de atención para cumplir la nueva norma rigurosa, pese a la llegada de decenas de autos y varios autobuses con venezolanos que habían partido de su país en una travesía de casi una semana, cruzando Colombia y Ecuador.
Minutos antes, la venezolana Stephanía Robles, de 30 años, cargando a su hijo de cinco, fueron algunos de los últimos migrantes en ingresar portando únicamente su cédula de identidad.
“(Vine a) buscar una mejor vida, mi esposo se encuentra en Perú, en la ciudad de Trujillo. Mis hermanas están en Lima. Me sentía un poco mal al no poder pasar, pero ahora que lo logré me siento más contenta”, dijo a The Associated Press al cruzar la frontera.
El canciller peruano Néstor Popolizio dijo el sábado a la radio peruana RPP que la visa humanitaria obligatoria a los migrantes es una medida “beneficiosa” debido a que con este documento los venezolanos podrán obtener un carnet de extranjería en Perú que les permitirá trabajar de forma legal por 183 días, los cuales serán renovables.
Popolizio admitió que obtener el pasaporte es difícil en Venezuela, pero recordó que “la mayoría”, según registros peruanos, ingresa con este documento, obligatorio desde el 25 de agosto de 2018.
Añadió que, al igual que en 2018, el gobierno admite varias flexibilidades y que al país podrán ingresar “los menores en tránsito a Perú para reunirse con sus padres y que sólo tienen partida de nacimiento, los mayores de edad en tránsito que van a reunirse con sus familias, los mayores de edad en extrema vulnerabilidad, las embarazadas en extrema vulnerabilidad y los adultos mayores”.
La visa humanitaria obligatoria debe ser tramitada antes en los consulados peruanos en Venezuela, Colombia y Ecuador.
De acuerdo con las autoridades ecuatorianas, unos 7.000 venezolanos se dirigían por tierra el viernes hacia la frontera con Perú. Organizaciones humanitarias contrataron 16 autobuses que en cuanto se llenan salen con destino a la población ecuatoriana de Huaquillas, en la frontera con la ciudad peruana de Aguas Verdes.
Perú abrió sus puertas a los migrantes venezolanos desde 2016, durante la gestión del entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski. La posición peruana se fue endureciendo conforme los venezolanos llegaban en cantidades cada vez mayores, sumado al cambio de gobierno en 2018, tras la renuncia de Kuczysnki por un escándalo político.
Amnistía Internacional ha calificado de “ineficientes” las nuevas reglas de ingreso porque es casi imposible conseguir pasaportes en Venezuela, mientras que la Iglesia católica peruana pidió a Vizcarra que el país continúe “dando muestras de solidaridad”. En Lima, los venezolanos prefieren guardar silencio.
Después de Colombia, Perú es el segundo país que recibe más migrantes venezolanos. Alberga más de 820.000 venezolanos que han ingresado desde 2016, según datos de la agencia peruana de migraciones.