A Washington DC se le conoce por gestionar algunos de los peores colegios públicos de todo Estados Unidos. La mayoría de los estudiantes que van a estas escuelas son afroestadounidenses, y muchos de ellos provienen de clases bajas y tienen un escaso nivel de lectura y de matemáticas.
Steve Park, un inmigrante surcoreano que llegó a esta ciudad, está tratando de ayudar a los jóvenes que les va mejor en la escuela para que puedan sobresalir después de terminar su educación.
La historia entre este inmigrante y su relación con las escuelas comienza quince años atrás, cuando Steve conoció a un joven de 13 años que no podía leer un libro infantil. “Si no aprendía a leer, iba a ser muy difícil su edad adulta, así que me convencí de que debería comenzar una tutoría, especialmente para enseñar a los niños a leer”.
Escuelas de refuerzo
Ministerios Urbanos Pequeñas Luces es una escuela gratuita de tutorías de refuerzo y actividades recreativas para después de las clases para niños que viven rodeados de pobreza, traficantes de drogas y crimen.
“Se trata de que este entorno a veces hace difícil a los niños sentir que pueden conseguir algo o incluso que ir a la universidad es una posibilidad para ellos”, explica Park.
Sólo uno de cada tres estudiantes de escuelas públicas terminan la secundaria y tan sólo el 5% de ellos logra ir a la universidad. Pequeñas Luces se centra en los estudiantes que necesitan más ayuda, “aquellos que a menudo tienen una visión sombría del futuro desde una edad muy temprana. A los que ni siquiera tienen la oportunidad de graduarse en una buena escuela secundaria. Tratamos de proporcionar recursos a los jóvenes porque estamos convencidos de que las probabilidades están tan en su contra”, explica Park.
Dwaine Brown recuerda cuando enseñó a Park el barrio donde vivía. “Muchas veces, cuando adentras a personas nuevas en esta comunidad suelen estar nerviosas o intimidarse, pero Steve no demostró nada de eso”, reconoce.
Pero además de ayudar a los chicos en la escuela, Park intenta también inculcar valores útiles para la vida real. “Si realmente quieres ser feliz, tienes que construir la persona que quieres llegar a ser, una persona honesta, trabajadora y que se preocupe por el resto de su comunidad, cuidando de su familia”, afirma.
El éxito de la ayuda que Steve presta a los jóvenes radica en hacer que ellos crean en sí mismos mucho más que lo que el resto espere de ellos.