En medio del peor brote de dengue que se recuerde en años, los argentinos sufren el desabastecimiento de repelentes para mosquitos y los pocos disponibles en el mercado se venden a precios exorbitantes para sus bolsillos.
La demanda de repelentes para evitar la picadura del mosquito transmisor de la enfermedad se ha disparado en los negocios, provocando su escasez.
El ministro de Salud, Mario Russo, afirmó que la situación de desabastecimiento se resolverá “en las próximas dos semanas” luego de las críticas que arreciaron contra el gobierno por la falta de repelentes.
“Hemos hablado con los productores que nos comentaron que han cambiado su logística para producir, lo están haciendo a su máxima capacidad”, dijo el funcionario al canal de televisión Telefé. ”Se está produciendo en algunos laboratorios estatales de las provincias mayor cantidad de repelentes”, acotó el funcionario.
Russo advirtió además que hay que “tener cuidado con los pantalones cortos” e instó a llevar “mangas largas”.
La demanda de repelentes ha disparado su precio en medio de un contexto de inflación galopante. Pocas semanas atrás un aerosol se podía comprar en Buenos Aires por 5.000 pesos (unos 5,67 dólares) y ahora en una plataforma de compras virtuales su valor puede llegar hasta los 33.000 pesos (37,47 dólares).
En Argentina, 180.529 personas resultaron infectados y 129 fallecieron por la enfermedad que causa la picadura de la hembra del mosquito Aedes aegypti en la actual temporada, que comenzó a fines de julio de 2023. La circulación viral autóctona de dengue se registra en 19 de las 24 jurisdicciones del país.
“En comparación con otros años epidémicos la actual temporada se caracteriza por mayor magnitud que en las previas: los casos acumulados hasta la semana 12 (hasta el 23 de marzo) representan algo más de seis veces que lo registrado en el mismo período de la temporada anterior —2022/2023— y de la temporada 2015/2016 y casi 10 veces lo registrado en el mismo período de 2019/2020”, informó el último boletín epidemiológico publicado el fin de semana.
La necesidad acuciante de los argentinos para protegerse de las picaduras trascendió en el vecino país de Uruguay. El expresidente José Mujica criticó la gestión de la epidemia por parte del gobierno de Javier Milei, un ultraliberal que está aplicando un recorte del gasto público inédito en décadas, y afirmó que los argentinos cruzan a su país para buscar repelente.
“Se han llevado bastante repelente de acá... vamos a quedar en la lona (en una situación precaria)”, dijo el exmandatario izquierdista a Radio 10 de Buenos Aires.
Los casos de dengue han aumentado en el continente americano, desde Puerto Rico hasta Brasil, antes de la temporada normal de alta transmisión, reportándose 3,5 millones, indicó a fines de marzo la Organización Panamericana de la Salud. Agregó que en 2023 hubo una cantidad récord de 4,5 millones de contagios y se prevé que este año se establezca un nuevo récord.
En Argentina la aplicación de la vacuna contra el dengue es cubierta por algunos gobiernos provinciales, pero no a nivel nacional. En gran parte de las jurisdicciones quien desea acceder a la misma mediante prescripción médica debe cubrir su costo, que es elevado.
Al respecto, el ministro de Salud dijo que la vacuna “no es efectiva para mitigar el brote” y acotó que el gobierno no cuenta aún con suficiente evidencia de su eficacia para agregarla al calendario de vacunación.
Según Russo, el inmunizante superó la fase 3 y se mostró seguro y eficaz en personas de 4 a 16 años y el gobierno desea ahora ”recabar datos finales de fase 4 en Argentina y Brasil" para analizar a qué grupos podría aplicarse.
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