La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi le dijo al presidente Donald Trump el miércoles que no puede dar un discurso sobre el Estado de la Unión en la cámara hasta que el cierre parcial de 33 días del gobierno federal haya terminado.
En una carta a Trump, Pelosi dijo: "Le escribo para informarle que la Cámara de Representantes no considerará una resolución concurrente que autorice el discurso del Estado de la Unión del presidente en la cámara hasta que se reabra el gobierno".
Se requiere la aprobación de esa resolución antes de que el presidente pueda hablar en la Cámara. El discurso se había fijado para el 29 de enero.
"Una vez más, espero darle la bienvenida a la Cámara en una fecha mutuamente aceptable para este discurso cuando el gobierno haya sido abierto", le dijo Pelosi a Trump en su carta.
En un discurso a la Conferencia de Alcaldes de EE.UU., reunida en Washington, el miércoles, Pelosi lamentó que los ediles hayan tenido que visitar la ciudad durante el cierre parcial del gobierno. "La Casa Blanca no está mostrando respeto por el pueblo estadounidense", señaló y dijo que el "cierre prolongado y sin sentido" está infligiendo caos en el país, y en la capital estadounidense, no solo en la seguridad pública, sino en la aviación civil, la vivienda, la salud, la seguridad financiera, "y en todas las dimensiones de la vida de las familias".
"Los demócratas del Congreso apoyan la seguridad de la frontera inteligente y efectiva", dijo Pelosi. "Pero no apoyamos que el Presidente mantenga como rehenes la salud, la seguridad y los cheques de pago del pueblo estadounidense por una línea de aplausos de la campaña".
La líder demócrata aseguró que, "Existe una seria y justificada preocupación de que este Presidente cierre el gobierno en cualquier momento que no se salga con la suya legislativamente", razón por la cual dijo que "debemos mantener la línea en este cierre y gobierno”.
Aludiendo a que los alcaldes asistentes son demócratas y republicanos; dijo que, "Estados Unidos necesita un partido republicano fuerte, y no un sello de goma", y que "tanto los demócratas como los republicanos deben instar a sus senadores a que apoyen la legislación bipartidista para reabrir el gobierno", que su partido propondrá el jueves en la Cámara.
Trump: "Ella no quiere escuchar la verdad"
En la Casa Blanca, Trump dijo a los reporteros durante un evento relacionado con la salud que la líder demócrata canceló el discurso por que "no quiere escuchar la verdad". Señaló que, "Ella tiene miedo a la verdad. No quiere que el público estadounidense vea lo que está pasando".
El presidente dijo que conoce a "muchas personas que eran demócratas y están cambiando en este momento, y están cambiando rápidamente", presuntamente a causa de la posición del partido respecto al cierre parcial del gobierno.
Anteriormente, cuando recién fue informado de la carta de la líder demócrata de la Cámara, dijo que no le sorprendía la respuesta de Pelosi, porque "los demócratas se han radicalizado", y añadió que, "realmente es una verguenza".
Trump dijo también que cree que la cancelación del discurso "es una gran mancha" para el país. Sobre el precedente que se sienta con la cancelación del discurso presidencial indicó: "Siempre es bueno ser parte de la historia, pero esta es una parte muy negativa de la historia".
Acerca de su insistencia de fondos para el muro en la frontera con México, dijo que no cree que hay una opción."Tenemos que hacer que nuestro país sea seguro", afirmó".
Criticó medidas de inmigración que su gobierno ha cancelado como la "captura y liberación", donde los inmigrantes que piden asilo son liberados una vez que se entregan a los guardias fronterizos hasta que son llamados para una audiencia para decidir su caso; y la lotería de visas sobre la cual dijo: "Cuando hay una lotería, ¿crees que están poniendo a sus mejores personas en esas loterías? Es una loteria. Ya sabes lo que es una lotería. ¿Alguien piensa que está metiendo a sus mejores personas? Tienes migración en cadena".
Trump amenazó también como en otras oportunidades con suspender la asistencia a los países del Triángulo Norte de Centroamérica, Honduras, Guatemala y El Salvador, de donde proviene la mayoría de los inmigrantes que integran las caravanas que están llegando a frontera con México para intentar pedir asilo en Estados Unidos. Mencionándolos individualmente dijo que esos países "no hacen nada por Estados Unidos", que les brinda mucha ayuda.
Aseguró que de construirse el muro la tasa de criminalidad en Estados Unidos se reduciría a la mitad, y dijo que muchos delincuentes con antecedentes muy malos son detenidos en la frontera.
Sobre la disputa con Pelosi y el cierre del gobierno aseguró que "esto continuará por un tiempo", pero dijo que "en última instancia, el pueblo estadounidense hará lo que tiene que hacer porque no quieren ver ningún crimen, quieren ver lo que estamos haciendo (su gobierno)".
El presidente señaló que está buscando un lugar alternativo para pronunciar el discurso y dijo que respondería a la líder Pelosi "de manera oportuna".
El martes, el presidente envió una carta a la líder de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, practicamente desafiándola a desinvitarlo, indicando que quería hacer un ensayo del recorrido del día del discurso y expresando su intención de llevarlo a cabo en la fecha originalmente programada, el martes 29 de enero.
Antecedentes
El discurso del Estado de la Unión, un rito anual en la política de Estados Unidos, que suelen utilizar los presidentes para anunciar sus objetivos políticos para el próximo año, se ha convertido en un rehén del enfrentamiento entre Trump y los demócratas del Congreso por sus demandas de financiamiento para un muro fronterizo entre México y Estados Unidos.
Esa demanda ha provocado un cierre parcial del gobierno desde el 22 de diciembre, cuando los fondos de algunas agencias federales expiraron por razones que no están relacionadas con la seguridad fronteriza o la inmigración.
En discusiones sobre la legislación para restablecer la financiación, Trump señaló inicialmente apoyo, pero luego cambió su postura y exigió que cualquier medida para terminar el cierre de debe contener $ 5.700 millones para ayudar a pagar por un muro fronterizo, una demanda a la que se oponen los demócratas. Ellos han insistido en que el gobierno sea reabierto completamente antes de hablar sobre la seguridad fronteriza.