Corea del Norte amenazó con cancelar la cumbre entre el presidente Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un si Washington sigue adelante con su demanda de que Pyongyang abandone unilateralmente su arsenal nuclear.
Si el gobierno estadounidense "nos arrincona y nos pide unilateralmente abandonar nuestras armas nucleares no vamos a tener ningún interés en las conversaciones y vamos a tener que reconsiderar si aceptamos la futura cumbre entre Corea del Norte y Estados Unidos", declaró el miércoles el viceministro de Relaciones Exteriores, Kim Kye Gwan, en un comunicado difundido por la agencia oficial KCNA.
En Washington, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, indicó el miércoles que el anuncio de Corea del Norte era "completamente esperado" y que el presidente Donald Trump está "muy acostumbrado y listo para negociaciones difíciles".
Sanders agresó que "si ellos quieren reunirse, nosotros estaremos listos, pero si no, está bien también...Nosotros continuaremos con una campaña de máxima presión si ese es el caso".
Sobre el encuentro previsto entre el presidente Trump y el líder norcoreano, Kim Jong Un, Sander señaló que espera que se realice porque se trata de una conversación importante. "Debemos seguir avanzando", agregó.
El presidente Trump dijo que "no ha sido notificado en absoluto" sobre la amenaza de Corea del Norte de cancelar la Cumbre.
En declaraciones durante una ceremonia de bienvenida al presidente de Uzbekistán en la Casa Blanca, Trump agregó: "No hemos visto nada. No hemos escuchado nada. Veremos qué pasa".
Corea del Norte también canceló el martes una reunión de alto nivel con Corea del Sur programada para este miércoles, a causa de los ejercicios aéreos conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur.
Washington está presionando para que Pyongyang lleve a cabo una desnuclearización completa, verificable e irreversible.
Sobre la realización de los ejercicios militares conjuntos, la Casa Blanca respondió que no los postergarán y que no tenían ningún cambio que anunciar.
En la cumbre con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, el mes pasado el líder norcoreano reafirmó su compromiso con una desnuclearización de la península de Corea.
El viceministro Gwan recordó el miércoles lo prometido antes. "Nosotros ya expresamos nuestra voluntad de una desnuclarización de la península de Corea y declaramos reiteradamente que Estados Unidos debe terminar con su política hostil hacia DPRK (acrónimo oficial de Corea del Norte, NDLR) y amenazas nucleares como condición previa", dijo.
En el pasado, Pyongyang ha pedido el retiro de las tropas estadounidenses estacionadas en Corea del Sur para proteger el país de su vecino, y un final del paraguas nuclear que presta Washington a su aliado.
El Departamento de Estado de EE.UU. dijo el martes no haber escuchado nada de Corea del Norte ni de Corea del Sur con respecto a los ejercicios militares, y que Kim Jong Un "había dicho anteriormente que comprende la necesidad y la utilidad de que EE.UU. y la República de Corea continúen con sus ejercicios conjuntos".
La portavoz Heather Nauert indicó que esos ejercicios "no son provocadores" y que EE.UU. continuará con la planificación de la reunión entre el presidente Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un prevista para el próximo 12 de junio en Singapur.
Las dos Coreas debían celebrar una reunión el miércoles en una aldea fronteriza para discutir el establecimiento de conversaciones militares y de la Cruz Roja para reducir la tensión fronteriza y reiniciar las reuniones entre familias separadas por la Guerra de Corea.
Yonhap dijo que la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte informó que la reunión del miércoles fue cancelada y que Pyongyang estaba cuestionando si la cumbre del próximo mes entre Kim Jong Un y el presidente Donald Trump también puede llevarse a cabo según lo planeado.
Yonhap dice que el ejercicio militar de dos semanas entre Estados Unidos y Corea del Sur comenzó el viernes.