La actual parálisis de la Cámara Baja del Congreso de Estados Unidos, tras la inédita destitución de su presidente, complica los esfuerzos por aprobar ayuda adicional a Israel en su guerra contra Hamás, una lucha que ya ha cobrado más de 1.600 víctimas mortales, entre ellos al menos catorce estadounidenses.
"No hay nada que la Cámara pueda hacer hasta que elijan a un líder, y no sé si eso sucederá rápidamente", dijo el expresidente Kevin McCarthy a Fox News el sábado, poco después del ataque sorpresa del grupo militante islámico sobre territorios israelíes.
La interrupción en la actividad de la Cámara de Representantes abarca además sus asuntos internos y la posibilidad de aprobar un nuevo presupuesto que evite un cierre del gobierno, espinosa negociación aplazada hasta el próximo 15 de noviembre.
Esta semana los legisladores se reúnen con la esperanza de encontrar fin a esta crisis interna que ha influido en casi todos los ámbitos de la vida en el país.
Apoyo incondicional sin un líder concreto
A pesar de la profunda polarización política en Washington, el apoyo al gobierno israelí no se hizo esperar desde ambos lados del espectro, sin embargo, analistas afirman que la respuesta concreta más allá de los comunicados tendrá que esperar a que se resuelva la compleja cuestión de elegir al sucesor de McCarthy.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, anunció casi de inmediato el envío de municiones a las fuerzas israelíes, al tiempo que ordenó el movimiento hacia el Mediterráneo Oriental de su portaaviones más avanzado, el USS Gerald R Ford, junto a otros buques y aviones, como medida disuasoria y de apoyo a Israel, que libra una guerra sin cuartel contra Hamás.
En una llamada telefónica con el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, el presidente de EEUU, Joe Biden, garantizó el respaldo de Washington y adelantó que la ayuda estaba en camino.
Funcionarios del Departamento de Defensa de EEUU advirtieron que no hay de momento planes para enviar una ayuda adicional a la que ya se presta a Israel, el segundo país destinatario de la asistencia militar estadounidense después de Ucrania.
En 2022, Washington aprobó 3.300 millones de dólares en asistencia de seguridad para Israel.
Desde el Pentágono advierten que es muy temprano todavía para ofrecer estimaciones sobre un conflicto que apenas transita su cuarto día y que podría extenderse por meses, debido a la voluntad de Israel de aniquilar a Hamás después de los ataques, los peores a territorio israelí en 50 años.
Funcionarios de defensa enviaron un documento a los congresistas estadounidenses en el que detallaban las posibles necesidades de los israelíes, entre ellas municiones para cohetes y defensa antiaérea, informó la publicación especializada Politico.
“Apoyo firmemente una sólida asistencia de seguridad de Estados Unidos a Israel, porque Israel siempre necesita estar preparado y ser capaz de contraatacar en cualquier momento. Israel tiene derecho a defenderse y EEUU apoya a nuestro amigo y aliado”, indicó en un comunicado el presidente de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, el republicano Michael McCaul.
Una posición compartida desde el otro lado de la bancada por el líder de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer. El nuevo presidente de Relaciones Exteriores del Senado, el también demócrata Ben Cardin, precisó asimismo su compromiso por "garantizar que Israel tenga lo que necesita para defenderse a sí mismo y a sus ciudadanos, hoy y todos los días”.
Sin embargo, poco o nada puede hacer el Congreso hasta que el nuevo presidente tome el mazo.
Una carrera por el liderazgo
Los dos principales aspirantes al asiento que dejó McCarthy: los republicanos Jim Jordan, jefe del Comité de Asuntos Jurídicos y el lídero de la Mayoría en la Cámara, Steve Scalise, rápidamente se posicionaron a favor de Israel en sus respectivas cuentas en redes sociales.
"Debemos darle a Israel el tiempo, el espacio y los recursos que necesita para destruir a Hamás", escribió este martes Jordan, al tiempo que informó sobre conversaciones sostenidas el fin de semana con sus colegas legisladores. "Israel tiene un vínculo especial con EEUU y debemos continuar nuestra larga historia de cooperación para ganar esta batalla", dijo en la red X.
Por su parte, Scalise reforzó su respaldo "No se equivoquen: Estados Unidos siempre apoyará a Israel, nuestro mayor aliado en Medio Oriente", advirtió en una publicación, también en X, antes conocida como Twitter.
No obstante, como indicó el propio McCarthy, la carrera por el puesto aún está lejos de terminar en una Cámara cada vez más dividida que no se pone de acuerdo en asuntos internos y que "genera dudas en todo el mundo" sobre la eficacia de la política y los políticos en EEUU.
“Será mejor que nos mantengamos firmes con Israel y le dejemos hacer lo que necesita. Y puede durar más de una semana (...) De lo contrario, no estarán seguros, y el mundo tampoco lo estará", precisó a FOX News.
Ante la interrogante de si la crisis en Israel podría precipitar la búsqueda del próximo presidente, el profesor del Instituto de Asuntos Gubernamentales de la Universidad de Georgetown, Mark Harkins, afirmó a la Voz de América que es muy poco probable.
"Creo que la dinámica de la carrera por la presidencia de la Cámara de Representantes no se verá afectada por la situación actual en Gaza. Las presiones subyacentes de los miembros más conservadores por presupuestos más pequeños y más aislamiento seguirán siendo contrarrestadas por los deseos de los miembros moderados de tener un presidente abierto a logros como mantener abierto el gobierno", indicó.
Con amplia experiencia en el Capitolio, primero como asesor y luego jefe de gabinete de legisladores, el analista insistió a la VOA en que "no hay ninguna acción que requiera el Congreso y, por lo tanto, no hay presión para una acción rápida".
"Si bien puede parecer que el conflicto internacional debería ayudar a una u otra parte a dar marcha atrás, creo que hará que profundicen más", concluyó Harkins.
De Kiev a Tel Aviv
El masivo respaldo a Israel y las ansias del Congreso por garantizar la ayuda a las fuerzas judías pone en relieve también la cuestión de la asistencia a Ucrania, a la que republicanos de línea dura dentro del Congreso se han opuesto decisivamente.
Algunos han atado la aprobación de un nuevo presupuesto y el consiguiente cierre del gobierno a su decisión de no apoyar la solicitud de Biden de nuevos fondos para las fuerzas ucranianas.
El líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, vinculó la continuidad de la asistencia a Ucrania con la ayuda a Israel. McConnell, uno de los principales defensores de la causa ucraniana, destacó que la percepción de un respaldo disminuido de EEUU podría dar una impresión errónea y estimular a naciones como Rusia.
"No apoyar a los amigos atacados -en Kiev o Tel Aviv- sólo envalentonará al Estado patrocinador del terrorismo más grande del mundo y a sus colegas autoritarios que vigilan de cerca el debilitamiento del liderazgo estadounidense y la solidaridad occidental", dijo McConnell en un comunicado el sábado pasado.
Por otra parte, el representante republicano Jim Baird, destacó que la "desunión en el Capitolio está debilitando la posición de EEUU como líder global y obstaculizando nuestra capacidad de responder a las atrocidades cometidas por Hamás contra el pueblo israelí”.
"Debemos detener estos juegos políticos y mostrar liderazgo durante esta emergencia internacional".
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