El papa Francisco se reunió este viernes por primera vez con el personal administrativo del Vaticano supuestamente involucrado en corrupción y disputadas internas, como primer paso antes de elegir sustituto al Secretariado de Estado, cargo que hasta ahora ocupa el cardenal italiano Tarciscio Bertone.
Bertone ha sido señalado frecuentemente por no haber podido evitar las disputas internas y los escándalos en el gobierno de la iglesia durante el pontificado de ocho años del retirado Benedicto XVI.
Se cree que una de las razones por las que renunció Benedicto XVI son esas disputas y que el ahora Papa Emérito dejó un reporte secreto para su sucesor sobre los problemas en la administración, que salieron a la luz cuando documentos sensibles fueron robados su escritorio y filtrados por su mayordomo, en lo que se convirtió en el llamado escándalo "Vatileaks".
La renuncia de Benedicto XVI y la misma elección de Francisco como el primer Papa no europeo de la historia —ignorando al favorito, el arzobispo de Milán, Angelo Scola—, pueden haber sido consecuencia del descontento del resto de cardenales contra los purpurados italianos.
El papa Francisco ha dicho que quiere establecer un tono más humilde para la Iglesia y aunque ya lo ha demostrado con pequeños hechos, la elección del nuevo Secretario de Estado del Vaticano le da una importante oportunidad de reforzar ese propósito.
Bertone ha sido señalado frecuentemente por no haber podido evitar las disputas internas y los escándalos en el gobierno de la iglesia durante el pontificado de ocho años del retirado Benedicto XVI.
Se cree que una de las razones por las que renunció Benedicto XVI son esas disputas y que el ahora Papa Emérito dejó un reporte secreto para su sucesor sobre los problemas en la administración, que salieron a la luz cuando documentos sensibles fueron robados su escritorio y filtrados por su mayordomo, en lo que se convirtió en el llamado escándalo "Vatileaks".
La renuncia de Benedicto XVI y la misma elección de Francisco como el primer Papa no europeo de la historia —ignorando al favorito, el arzobispo de Milán, Angelo Scola—, pueden haber sido consecuencia del descontento del resto de cardenales contra los purpurados italianos.
El papa Francisco ha dicho que quiere establecer un tono más humilde para la Iglesia y aunque ya lo ha demostrado con pequeños hechos, la elección del nuevo Secretario de Estado del Vaticano le da una importante oportunidad de reforzar ese propósito.