El papa Francisco pidió perdón el lunes por "los pecados y las faltas de la Iglesia católica y sus miembros" durante el genocidio que asoló a Ruanda en 1994.
Durante el genocidio de 100 días, más de 800 tutsis étnicos y hutus moderados fueron asesinados por extremistas hutus.
Muchas de las víctimas murieron a manos de sacerdotes, clérigos y monjas, de acuerdo con declaraciones de algunos supervivientes y el gobierno de Ruanda dice que muchos murieron en las iglesias adonde habían ido a refugiarse.
Al recibir el lunes al presidente de Ruanda, Paul Kagame, el papa le expresó esperanzas de que sus palabras ayuden al país africano a recuperarse del trauma.
En un comunicado extraordinario luego de la reunión, el Vaticano reconoció que algunos sacerdotes y monjas católicas "cedieron al odio y la violencia, traicionando su propia misión evangélica" al participar en el genocidio.
La Santa Sede dijo que el papa también "expresó el deseo de que este humilde reconocimiento de las faltas en ese período, que desafortunadamente empañaron la imagen de la Iglesia, contribuyan a una 'purificación de la memoria' y promuevan, con esperanza y renovada confianza, un futuro de paz".
El comunicado del Vaticano fue emitido después de que los obispos católicos de Ruanda se disculparan oficialmente el año pasado "por todas las cosas malas que hizo la Iglesia".
En los años sucesivos, el gobierno y organizaciones de supervivientes han tratado de que se reconozca la complicidad de la Iglesia en los asesinatos masivos pero la Iglesia católica local se resistió diciendo que aquellos funcionarios de la Iglesia que cometieron asesinatos actuaron por su cuenta.
El Vaticano dijo que el papa expresó la tristeza de la Santa Sede y la Iglesia en general por el genocidio y expresó solidaridad hacia las víctimas.
"Evocando el gesto del papa Juan Pablo II durante el Gran Jubileo del Año 2000, él imploró de nuevo perdón a Dios por los pecados y las faltas de la Iglesia católica y sus miembros", dijo el Vaticano.