El papa Francisco oró en la Gran Sinagoga en Roma el domingo, en lo que fue la primera visita de un pontífice a un templo judío.
El sumo pontífice condenó toda la violencia que está ocurriendo en nombre de la religión.
“Conflictos, guerras, violencia e injusticias abren profundas heridas en la humanidad que nos convocan a fortalecer nuestro compromiso con la paz y la justicia. La violencia del hombre contra el hombre está en contradicción con cualquier religión que se precie de su nombre, en particular las tres religiones monoteístas, el judaísmo, el cristianismo y el islam”, dijo el Papa.
Francisco también rindió un emotivo homenaje a los sobrevivientes del Holocausto presentes en el servicio del domingo, a quienes dijo que su sufrimiento, su angustia y sus lágrimas nunca deben ser olvidados.