El papa Francisco recibió el viernes a la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, en una audiencia privada que duró 47 minutos, el doble de lo habitual en este tipo de encuentros con mandatarios.
La reunión se desarrolló en un ambiente muy cordial. El papa recibió a Bachelet mostrándose "encantado que usted esté aquí" cuando llegó a su biblioteca en los palacios pontificios del Vaticano.
Al término del encuentro, Francisco saludó a cada uno de los doce miembros de la delegación encabezada por el ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz. En la comitiva estaba también Isabel Allende, hija del ex presidente Salvador Allende, secretaria general del Partido Socialista de Chile.
La mandataria chilena regaló al pontífice un rosario de lapislázuli hecho en plata y el libro Iglesias del Fin del Mundo, con fotografías de las iglesias chilenas.
El papa, de origen argentino, le obsequió un medallón de San Martín de Tours, de 19,7 centímetros, que según la leyenda se sacó de su capa para regalárselo a un indigente, y la exhortación apostólica Evangelii Gaudium.
Más tarde, la presidenta se reunió con el Secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolín.