El papa Francisco reconoció estar preocupado ante el aumento de la emigración a nivel mundial e hizo un llamado para que exista una mayor colaboración global que atienda a los migrantes.
El mensaje del Papa se produce en un contexto donde la migración marítima del norte de Africa rumbo a Europa alcanza niveles récord y el número de niños y mujeres migrantes que ingresan de manera ilegal a EE.UU. superó todas las expectativas.
El Papa mencionó que estas miles de personas ponen en riesgo sus vidas para huir de la violencia y el hambre.
Durante su discurso el Papa instó a la creación de una red universal de cooperación para que las acciones que se tomen sean más eficaces y decisivas para garantizar condiciones de vida más humanas a los emigrantes en el mundo.
Según la Organización Internacional para las Migraciones al menos 3.000 emigrantes han muerto en el Mar Mediterráneo este año. Mientras que en EE.UU el número de menores migrantes alcanzó la cifra de más de 63.000 en el último año.
Al mismo tiempo Francisco reiteró que una de las maneras de combatir esta emigración es creando políticas económicas y financieras más ordenadas y equitativas donde todos los trabajadores puedan recibir un salario justo y digno para subsistir.