“Dios siempre perdona, los hombres lo hacen a veces y la tierra nunca”. Estas fueron las palabras del papa Francisco ante la Segunda Conferencia Internacional sobre la Nutrición en Roma.
La reunión, patrocinada por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) sirvió para debatir los desafíos nutricionales del siglo XXI.
El papa denunció que "la lucha contra el hambre y la desnutrición se ve obstaculizada por la prioridad del mercado y por la preeminencia de la ganancia".
"Tal vez nos hemos preocupado demasiado poco de los que pasan hambre", dijo ante los representantes de más de 170 países, organizaciones intergubernamentales, miembros de la sociedad civil, empresas privadas y otros sectores, que lo interrumpieron varias veces con aplausos.
El papa se refirió también a la “paradoja de la abundancia” de la que habló Juan Pablo II en 1992. "Hay comida para todos, pero no todos pueden comer, mientras que el derroche, el descarte, el consumo excesivo y el uso de alimentos para otros fines, están ante nuestros ojos", lamentó.
En su discurso, el papa también lanzó un nuevo llamamiento para la protección del planeta y se preguntó: "¿somos libres de presiones políticas y económicas para cuidarlo y evitar que se destruya?".
La reunión concluye el viernes aunque ya se ha aprobado la Declaración de Roma sobre la Nutrición bajo el lema "Mejor nutrición, mejor vida".