El papa Francisco, aún en estado crítico, descansa y se sienta erguido el miércoles tras pasar una noche tranquila en el hospital, mientras argentinos y romanos se congregan en la capital italiana para rezar por su recuperación de una neumonía bilateral.
El pontífice de 88 años pasa su decimotercer día en el hospital Gemelli de Roma, la estadía hospitalaria más larga de sus casi 12 años de papado.
El Vaticano dijo que esperaba tener información más tarde en el día sobre los resultados de la tomografía computarizada a la que el papa se sometió el martes por la noche para comprobar el estado de la compleja infección pulmonar que lo aqueja.
El papa "pasó una noche tranquila y está descansando”, indicó en su breve parte matinal la Santa Sede, que informó que Francisco se levantó y se sentó en su sillón para recibir tratamiento. Los doctores han dicho que no está fuera de peligro, pero no ha sufrido nuevas crisis respiratorias desde el sábado.
El pronóstico del papa sigue siendo "reservado". Sus parámetros hemodinámicos, una medida del funcionamiento del sistema circulatorio de su cuerpo, también eran "estables".
Fue sometido a una tomografía computarizada de seguimiento para comprobar el estado de la infección pulmonar, pero no se revelaron los resultados.
Francisco, originario de Argentina, se convirtió en marzo del 2013 en el primer pontífice católico de América Latina. En la noche del martes, miembros de la comunidad argentina en Roma se reunieron en la iglesia Nuestra Señora de los Dolores para una misa especial presidida por el cardenal Baldassarre Reina, el vicario del papa para Roma.
El párroco de la iglesia, Fernando Laguna, dijo que esperaba que el papa pudiera sentir el abrazo de la oración de la comunidad desde el hospital. “No puedo ir al Gemelli, porque para que se recupere debe estar aislado”, afirmó. “Sé que lo abrazo y que él me abraza cuando rezo. Y ahora me gustaría abrazar al papa”.
La hermana Nilda Trejo comentó que sabía que la salud de Francisco siempre ha sido delicada, con problemas para respirar y hablar en voz alta, y por eso siempre rezaba por él.
“Sabíamos que a menudo le resultaba difícil”, apuntó. “De hecho, se ve que, al inicio de la misa, siempre hay que subir el micrófono porque tiene un poco de dificultad. Pero siempre hablaba a la gente, al corazón de la gente".
"Oramos por su salud, para que pueda seguir gobernando la Iglesia", dijo el reverendo Mario Aler, quien se refirió al Año Santo Católico 2025 en curso. "(Francisco) debe seguir acompañando este evento importante para toda la Iglesia", dijo.
La embajadora de Paraguay en el Vaticano, Romina Taboada Tonina, quien asistió al servicio, calificó al papa como "un gran líder, sin duda". "No solo para los católicos, sino que también es un gran líder político", dijo.
Al otro lado de la ciudad, romanos y otros se congregaron en la Plaza de San Pedro del Vaticano para el rezo nocturno del rosario, dirigido por el cardenal filipino Luis Antonio Tagle. El servicio se repetirá diariamente esta semana.
Francisco siguió trabajando desde el hospital y el martes anunció algunas decisiones de gobierno importantes que sugieren que está realizando tareas esenciales y mirando hacia el futuro.
También aprobó la canonización del beato José Gregorio Hernández, que convertirá al "médico de los pobres" en el primer santo católico de origen venezolano.
[Con información de Reuters y The Associated Press]
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