El papa Francisco hizo un llamamiento a la juventud para que construya un mundo más unido, en su primera misa fuera de Italia, desde que fue elegido pontífice a principios de este año.
El Pontífice celebró la misa en estado de Sao Paulo, en Brasil ante decenas de miles de católicos en el templo de la Virgen de Aparecida, símbolo de la virgen María la nación sudamericana.
“Yo también toco la puerta de la casa de María, quien amó y crió a Jesús, para que ella nos ayude a todos nosotros, pastores del pueblo de Dios, padres de familia y educadores, a pasar a nuestros jóvenes los valores que pueden ayudarlos a construir una nación y un mundo que sea más justo, unido y fraternal”, señaló el papa Francisco.
Las autoridades estiman que unas 150 mil personas se congregaron en el santuario de Aparecida durante la visita del Pontífice católico.
Después de la homilía, el papa prometió al pueblo brasileño regresar al país en 2017, aunque no especificó los motivos de esa visita.
Tras visitar el lugar sagrado de los brasileños, el Santo Padre regresó a Río de Janeiro donde visita una cárcel donde se reunirá con jóvenes que están encarcelados y visitará favelas, e inaugurará un hospital para el tratamiento de drogadictos.
El Pontífice celebró la misa en estado de Sao Paulo, en Brasil ante decenas de miles de católicos en el templo de la Virgen de Aparecida, símbolo de la virgen María la nación sudamericana.
“Yo también toco la puerta de la casa de María, quien amó y crió a Jesús, para que ella nos ayude a todos nosotros, pastores del pueblo de Dios, padres de familia y educadores, a pasar a nuestros jóvenes los valores que pueden ayudarlos a construir una nación y un mundo que sea más justo, unido y fraternal”, señaló el papa Francisco.
Las autoridades estiman que unas 150 mil personas se congregaron en el santuario de Aparecida durante la visita del Pontífice católico.
Después de la homilía, el papa prometió al pueblo brasileño regresar al país en 2017, aunque no especificó los motivos de esa visita.
Tras visitar el lugar sagrado de los brasileños, el Santo Padre regresó a Río de Janeiro donde visita una cárcel donde se reunirá con jóvenes que están encarcelados y visitará favelas, e inaugurará un hospital para el tratamiento de drogadictos.