El papa Francisco condenó el “delito” de las agresiones sexuales cometidas por sacerdotes y su encubrimiento y exigió responsabilidades en una carta dirigida a todos los católicos del mundo.
La misiva responde a las nuevas relevaciones sobre los abusos cometidos en Estados Unidos durante décadas.
El pontífice argentino pidió perdón por el dolor que padecieron las víctimas y dijo que los católicos laicos deben implicarse en los esfuerzos para eliminar los abusos y su encubrimiento. Francisco criticó a la cultura clerical, por la que los líderes de la Iglesia estaban más preocupados por su reputación que por la seguridad de los menores, como causante de la crisis.
“No mostramos ningún cuidado por los más pequeños, los abandonamos”, escribió el papa.
El Vaticano hizo pública la carta el lunes, antes del viaje que Francisco realizará este fin de semana a Irlanda, que se espera esté monopolizado por el escándalo.