El papa Francisco consagró el sábado el altar principal de la catedral panameña, la cual reabrió tras un año de renovación con motivo de la visita del líder máximo de la Iglesia católica.
“Hoy es nuevamente regazo que impulsa a renovar y alimentar la esperanza”, declaró el pontífice, tras la consagración de la más importante catedral de Panamá.
Durante la misa, el Papa frotó aceite sagrado y colocó reliquias de varios santos en un orificio del altar después de besarlos.
Además, el papa Francisco reconoció el sábado que la Iglesia católica se encuentra “herida por su pecado”, durante una misa, en momentos en que la institución se encuentra sumida en un torrente de escándalos de abusos sexuales.
Francisco habló ante sacerdotes, consagrados y laicos en la catedral de Panamá. “El cansancio de la esperanza nace al constatar una Iglesia herida por su pecado y que tantas veces no ha sabido escuchar tantos gritos en el que se escondía el grito del Maestro: ‘Dios mío, ¿por qué me has abandonado’”, dijo Francisco en la iglesia Santa María la Antigua, patrona de Panamá.
“La fe se desgasta y degenera”, agregó el primer Papa latinoamericano.
En los últimos años, diversos escándalos han golpeado la imagen de la iglesia con mayor número de fieles en el mundo. A principios de 2012, se filtraron a la prensa una serie de documentos secretos del Vaticano -conocidos como Vatileaks- que involucran eventos de corrupción, chantajes y abusos sexuales.
Y en los años siguientes salieron a la luz denuncias de abusos a menores por parte de sacerdotes católicos en varios países del mundo, algo que volvió a sacudir los cimientos del Vaticano.
Ante ello, Francisco pidió el sábado una “renovación” a sus fieles y “calmar y saciar la sed, refrescar sus pasos, recuperar fuerzas para continuar con la misión”.
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En su homilía, Francisco habló con franqueza sobre las presiones, frustraciones y ansiedades que enfrentan los sacerdotes y las monjas que se enfrentan en un mundo en rápido cambio donde a veces el mensaje católico no tiene lugar.
El Papa advirtió que su cansancio a veces puede ser paralizante, pero los instó a recuperar la alegría y la fe que los inspiraron originalmente.
“Sería imposible tratar de abarcar todas las situaciones que resquebrajan la vida de los consagrados, pero en todas sentimos la necesidad urgente de encontrar un pozo que pueda calmar y saciar la sed y el cansancio del camino”, manifestó Francisco, quien visitaba por primera vez un país de América Central y con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud de la Iglesia católica.
El profesor de estudios religiosos en la Virginia Commonwealth University, Andrew Chesnut, dijo que la fatiga del clero panameño y latinoamericano en general no solo se debe a los “pecados” de la Iglesia mencionados por el Papa, sino “también por un cansancio más palpable por la falta de sacerdotes en la región más católica del mundo”.
“Muchos sacerdotes son responsables por miles de párrocos y se les imposibilita atender a las necesidades espirituales de todos”, planteó a The Associated Press Chesnut, quien sigue de cerca el viaje de Francisco. “La falta de sacerdotes crea una enorme desventaja para la Iglesia en su competencia con las iglesias evangélicas que tienen muchos más pastores, los cuales se pueden casar y tener familias”.
Durante su gira, que se extenderá hasta el domingo, el Papa visitó una cárcel de menores, abogó por los migrantes y condenó la violencia y la “plaga” de feminicidios en Latinoamérica, una región que apenas alberga al nueve por ciento de la población mundial, pero donde se cometen el 39 por ciento de todos los homicidios del planeta.
Es la segunda vez que un Papa visita la catedral metropolitana, consagrada en 1796. Juan Pablo II se reunió allí con enfermos y religiosos durante su gira por Centroamérica en 1983.
La catedral-basílica Santa María La Antigua, de estilo renacentista, fue consagrada originalmente en el Siglo XVIII y allí descansan los restos de varios obispos del país. Su importancia se remonta muchos siglos atrás, puesto que representa parte de la historia de este país centroamericano que albergó la primera diócesis del continente en tierra firme.
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Ubicada en el Casco Antiguo de la capital, es uno de los atractivos turísticos religiosos más importantes del país, aunque la Iglesia espera que con la visita de Francisco y la consagración de su altar se convierta en un mayor punto de peregrinaje.
Antes de partir, Francisco celebrará una masiva misa y visitará un hospicio para enfermos de sida.
El papa llegó al país a donde llegó el miércoles, por primera vez, para participar de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), un evento trienal que reúne al máximo jerarca de la Iglesia católica con decenas de miles de jóvenes.