Los gobiernos de Panamá y Uruguay rechazaron las declaraciones que el presidente francés, Nicolás Sarkozy, realizó al finalizar la cumbre del G-20, al calificar a los dos países como paraísos fiscales.
El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, manifestó que su par francés se equivocó en sus declaraciones.
Según Martinelli, Sarkozy “está equivocado” porque Panamá “no es un paraíso fiscal” señaló el mandatario al confirmar una visita a Francia el 18 de noviembre de 2011.
Homero Londoño de la Voz de América en ciudad de Panamá indicó que el canciller, Roberto Henríquez, mostró su sorpresa y añadió que comenzando este lunes 7 de noviembre citaría a los embajadores de todos los países que pertenecen al Grupo de los 20 (G-20) para exigirles explicaciones.
Por su parte, el gobierno uruguayo analiza el estado de las relaciones diplomáticas con Francia al considerar que las expresiones del mandatario galo representan una “amenaza intolerable”.
Leonardo Luzzi de la Voz de América en Montevideo señaló que el gobierno del presidente José Mujica analizará con su gabinete de ministros la situación bilateral y la “indignación” que ha causado el calificativo.
Sarkozy, en su rol de portavoz del G-20, dijo el viernes 4 de noviembre al concluir la CCumbre del G.20, que “Antigua y Barbuda, Barbados, Botswana, Brunei, Panamá, Seychelles, Trinidad y Tobago, Uruguay y Vanuatu no tienen un marco jurídico adaptado a los intercambios de información fiscal".
A fines de octubre, se conoció que la Organización para la Cooperación del Desarrollo Económico (OCDE) ubicó a Uruguay y a Panamá en un grupo de países que no pueden salir de la lista gris de naciones consideradas “poco colaboradoras” con la transparencia tributaria internacional.