El gobierno de Panamá se comprometió a no explotar los yacimientos de cobre ubicados en comarcas indígenas en el oeste del país, según advirtieron las autoridades.
Sin embargo, las organizaciones de defensa del indígena señalaron que seguirán reclamando una mejora de la nueva reforma del código de minería propuesta por el gobierno.
El gobierno del presidente Ricardo Martinelli informó en un comunicado sobre su "firme y categórico compromiso de no iniciar, promover ni aprobar durante la totalidad de nuestra gestión de gobierno, la explotación de Cerro Colorado ni ningún otro yacimiento en las comarcas indígenas".
El anuncio gubernamental tiene lugar dos días después de que Martinelli aprobara las reformas al Código de Recursos Minerales en medio del repudio de indígenas y ambientalistas.
Los indígenas de la comarca Ngobe-Buglé rechazan las enmiendas porque temen los estragos que puede traer al ambiente la explotación de la minería metálica a cielo abierto, y critican que el gobierno no les consultó al momento de elaborar las reformas al Código de Recursos Minerales, vigente desde hace más de 40 años.
Los Ngobe-Buglé son el pueblo indígena más numeroso en Panamá, compuesto por unos 260.000 habitantes que se encuentran en las provincias occidentales de Bocas del Toro y Chiriquí, donde se estima existen los valiosos yacimientos de cobre.
Las reformas permitirán que estados extranjeros puedan financiar inversiones mineras en Panamá, introducir normas ambientales e incrementar las regalías que recibe el Estado.
Con el nuevo código, las empresas concesionadas deberán pagar un 5% en concepto de regalías por la producción en todos los minerales, como cobre, oro y plata, en lugar de un 2% como se establecía anteriormente.