Las autoridades de seguridad de Panamá lanzaron el viernes la denominada campaña “Escudo”, que busca atacar por aire, tierra y mar a las organizaciones transnacionales dedicadas al tráfico de migrantes en la jungla del Darién, un flujo que registra cifras récord en lo que va del año.
Este es uno de los primeros esfuerzos concretos luego de que el país centroamericano, Colombia y Estados Unidos acordaron desplegar en abril una campaña ambiciosa en un intento por frenar la masiva migración irregular por esa peligrosa zona.
El ministro de Seguridad panameño, Juan Manuel Pino, dijo durante un acto en la base aérea de esta localidad de la provincia de Darién, fronteriza con Colombia, que la operación implica la movilización de helicópteros donados por Estados Unidos en puntos críticos o muy utilizados por los migrantes y “reforzar el cordón fronterizo”. Alrededor de 1.200 agentes de los servicios de migración, la policía de fronteras y del servicio aeronaval participarán en la operación, además de agentes del Ministerio Público.
Panamá anunció la acción en momentos en que sigue tratando de llamar la atención internacional sobre los peligros que representa el cruce por el Darién, donde operan bandas de traficantes de migrantes, de armas y de drogas controladas, según las autoridades, por el cártel del narcotráfico colombianoClan del Golfo, pero también grupos de ambos países que roban y agreden sexualmente a los extranjeros.
La víspera las autoridades de seguridad panameñas informaron la muerte el fin de semana de tres sujetos armados que robaban supuestamente a los migrantes en la selva del Darién durante un choque con la policía fronteriza.
La operación también tiene lugar cuando ya han cruzado el Darién casi 170.000 migrantes en los cuatro primeros meses del año, cinco veces más que los que transitaron en ese mismo lapso de 2022, a pesar del propósito de los gobiernos de Panamá y Estados Unidos, entre otros, por desincentivar esa migración. Las autoridades también reportaron que en lo que va del año han sido rescatados al menos 24 cadáveres de presuntos migrantes en esa ruta, mientras que hay denuncias de unos 40 desaparecidos.
“Esta es una acción e iniciativa del Estado panameño contra criminales que están ganando fortunas con el dolor humano”, manifestó Pino en un aparte con The Associated Press. “Fuerzas policiales de Panamá van a incrementar lo que es el control territorial de la frontera por el incremento de los delitos”.
El ministro rechazó que se esté militarizando el Darién, al tiempo que aseguró que no ve en el horizonte un cierre de su porosa frontera con Colombia de 260 kilómetros.
Pino detalló que seis helicópteros y lanchas donadas por Estados Unidos que se han utilizado en operaciones humanitarias y en la lucha contra las drogas se usarán en la campaña, además de recibir de ese país colaboración en equipos de seguridad e información de inteligencia. Aseguró, empero, que no hay militares estadounidenses participando en los esfuerzos para frenar la migración en ese punto fronterizo.
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestro canal de YouTube y activa las notificaciones, o bien, síguenos en las redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.