Los panameños votaban el domingo en elecciones presidenciales a las que el exministro centroizquierdista Laurentino Cortizo llega como favorito para devolver al Partido Revolucionario Democrático (PRD) al poder tras una década como oposición.
Cortizo lidera la gran mayoría de encuestas por al menos 10 puntos porcentuales sobre su más cercano contendor, el excanciller Rómulo Roux.
El ganador recibirá una de las economías de más rápido crecimiento de Latinoamérica -en la que China tiene un creciente interés- pero también heredará la postergada promesa de reducir la desigualdad y la corrupción.
Empresario ganadero de 66 años y exministro de Agricultura, Cortizo ha prometido acabar con la corruptela y la impunidad, y hacer más accesible la atención médica, especialmente para los más pobres del país -un 19 por ciento de los poco más de cuatro millones de habitantes- si resultara elegido hasta el 2024.
Poco antes de emitir su voto, Cortizo dijo que temía por la reputación de Panamá como un importante centro financiero tras el inminente veredicto del Grupo de Acción Financiera (GAFI), un ente intergubernamental creado para establecer los estándares de lucha contra el financiamiento ilícito.
"Nos preocupa mucho y vamos a hacer lo que se tenga que hacer para que Panamá siga avanzando en impedir el lavado de dinero. Nosotros queremos un sistema financiero robusto", comentó el candidato a Reuters.
Panamá ha aparecido anteriormente en la lista de países con deficiencias en sus medidas para enfrentar el lavado de dinero.
La jornada electoral, que se desarrollaba sin contratiempos, terminará a las 16.00 hora local (2100 GMT) con el inicio del cierre de mesas. Además, los 2,8 millones de votantes elegirán a los miembros de la Asamblea Nacional, alcaldes y otras autoridades regionales.
Según la Constitución, el mandatario saliente, Juan Carlos Varela, no puede buscar la reelección inmediata para unos comicios que se definirán por mayoría simple.
"UN PRESIDENTE QUE NO SE META EN CORRUPCIÓN"
La lucha contra la corrupción ha tenido un lugar destacado en la campaña y todos los candidatos han prometido cambios significativos en la forma cómo se adjudican los contratos públicos luego de que el escándalo de sobornos de la brasileña Odebrecht salpicara a la administración saliente.
La imagen del país también se vio empañada por el caso "Papeles de Panamá", una filtración de millones de documentos del bufete de abogados Mossack Fonseca que detallaba cómo los ricos y famosos ocultan su riqueza.
Roux, del centroderechista Cambio Democrático (CD), ha prometido hacer más transparente la gestión de las pensiones públicas, en medio de los temores por su sostenibilidad, y lanzar una reforma constitucional para fortalecer al Poder Judicial tras el escándalo de Odebrecht.
"Los representantes de Panamá afuera tienen que estar bien enfocados en atraer inversiones y oportunidades para Panamá y defender su imagen que está bien golpeada", dijo Roux a Reuters.
Más atrás figuran cinco candidatos, entre los que destacan el excónsul en Washington Ricardo Lombana, quien ha venido recortando posiciones según los más recientes sondeos y, desde el tercer lugar, espera dar el batacazo la noche del domingo.
Muchos votantes todavía critican que no se ha hecho lo suficiente para combatir la corrupción y la impunidad.
"Queremos un presidente que no se meta en corrupción", dijo Félix Calles, un trabajador de la construcción de 56 años. "No sólo son los escándalos de Odebrecht y de los Panamá Papers. Hubo otros y no pasó nada".