Millones de brasileños podrían quedar sin acceso médico debido a la finalización de un programa que llevó médicos cubanos a zonas rurales y peligrosas en Brasil, dijo el jueves el ex ministro de salud que ayudó a crear la iniciativa.
El gobierno cubano anunció el miércoles que terminaría el programa después de que el presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, dijera que solo podría continuar si se cumplen varias condiciones.
Bolsonaro, un ex capitán del ejército, hizo campaña, en parte, con las promesa de asumir una línea dura contra los gobiernos de izquierda. Como legislador, el líder de extrema derecha a menudo se quejaba del programa de los médicos cubanos y trató de ponerle fin.
En una entrevista telefónica, el ex ministro de Salud, Alexandre Padilha, dijo que la decisión de retirarse dejaría a millones de brasileños sin acceso a médicos.
Padilha dijo que los médicos cubanos estaban en 2.800 ciudades y pueblos, y que eran los únicos galenos en 1.700 de esos pueblos. "Esto tendrá un impacto inmediato y terrible en el sistema de atención médica", agregó Padilha. “Los médicos cubanos se encuentran en las zonas más vulnerables. Están en el Amazonas, pueblos rurales y en barrios marginales".
Muchas áreas, particularmente en la región amazónica y en el noreste históricamente pobre, están escasamente pobladas y carecen de infraestructura básica.
Después del anuncio de Cuba, el miércoles, Bolsonaro criticó el programa. Con frecuencia refiriéndose al gobierno cubano como una "dictadura", dijo que el programa es "trabajo esclavizante" porque el gobierno cubano mantiene el 70 por ciento de los salarios de los médicos y que Brasil no tiene forma de verificar si los médicos están realmente calificados.
Ni Bolsonaro ni el gobierno cubano han dicho cuándo se irían los aproximadamente 8.500 médicos cubanos que se encuentran actualmente en Brasil. Bolsonaro dio a conocer que los médicos cubanos que solicitaron asilo lo obtendrían, aunque no llegó a decir que Brasil proporcionaría asilo a cualquier cubano que lo solicite.
Bolsonaro, quien asume el cargo el 1 de enero, había señalado que el programa solo podría continuar si los médicos recibían directamente sus salarios de Brasil, podían traer a sus familias durante sus asignaciones y se verificaban sus credenciales.
"No tenemos pruebas de que sean realmente médicos y que puedan asumir estas funciones", dijo Bolsonaro.
Padilha dijo que el programa, aprobado por el Congreso, ya incluye una evaluación de las credenciales de los médicos y la capacitación en idiomas. El ex ministro de salud dijo que los médicos no solo están altamente calificados, sino que también son especialistas en medicina rural, algo de lo que el sistema de salud de Brasil carece gravemente.
"Bolsonaro no entiende que un médico no solo practica la medicina por dinero", dijo Padilha. "Los médicos que trabajan en las áreas más pobres no solo están pensando en el dinero".
