Las conversaciones estuvieron suspendidas por un año por decisión del gobierno de Nicolás Maduro, cuya delegación exigirá nuevamente en el levantamiento de las sanciones impuestas por Estados Unidos a sus funcionarios y en la liberación de los activos de la República congelados en el extranjero.
"Con todo ese dinero que recuperemos, varios miles de millones, invertirlo en Venezuela en servicio eléctrico necesario, en salud, en educación", dijo Maduro durante su programa radial.
La oposición insistirá en que se den garantías para ir a elecciones presidenciales y ha manifestado su disposición a llegar a consensos en otras materias.
"Hay un acuerdo, firmado entre ambas partes, para asumir el tema social como prioritario en los temas de negociación. Evidentemente se ha venido trabajando para conquistar un mecanismo que permita atender los principales problemas que está viviendo la población venezolana y ojalá se puedan concretar en la próxima reunión", explicó el exdiputado opositor Àngel Medina.
Las negociaciones se llevan adelante en México y esta nueva ronda de negociaciones coincide con la visita del presidente de Colombia, Gustavo Petro, a ese país y con el reinicio en Caracas de los diálogos de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla del ELN.
"Petro busca vender la paz, no solamente en Colombia, sino también a nivel internacional y por supuesto en una disputa por un liderazgo un poco más sólido en el Foro de Sao Paulo, teniendo en cuenta que Lula Da Silva va a tratar de hacer lo mismo al momento de llegar a la presidencia. Buscar consensos en Venezuela, tratar de fortalecer esta triada de países importantes en la región", detalla el politòlogo Pabo Quintero.
En esta oportunidad, se unirá a la delegación del gobierno de Venezuela Camila Fabri, esposa del contratista colombiano Alex Saab, detenido en Estados Unidos por conspiración para blanquear dinero y señalado de ser testaferro del presidente Nicolás Maduro.