El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo en la cumbre del G-20 en San Petersburgo, Rusia, que “no hay solución militar” para el conflicto en Siria y que proporcionar armas al gobierno o a los rebeldes “tampoco es la respuesta”.
Ki-moon dijo que un salida política viable sería la completa implementación del llamado Comunicado de Ginebra, adoptado en junio del año pasado en una reunión auspiciada por ONU en la que tomaron parte países y organizaciones miembros del Grupo de Acción para Siria.
Señaló que es imperativo poner fin a la guerra en ese país y que por lo tanto estaba decidido a renovar rápidamente los esfuerzos del organismo mundial por reactivar la conferencia de Ginebra para Siria tan pronto como fuese posible.
Para ello indicó que había invitado al Representante Especial de la ONU para Siria, Lakhdar Brahimi, a que se le uniera en San Petersburgo a fin de intensificar los esfuerzos para retornar a la mesa de negociaciones.
Ki-moon informó que cuatro laboratorios en Europa laboran incesantemente en el análisis de las muestras tomadas por el grupo de inspectores de ONU que visitaron en Damasco entre el 26 y el 30 de agosto los hospitales donde fueron atendidas las víctimas del ataque químico.
“Más de 100 mil personas han muerto, 4,25 millones han sido desplazadas dentro del país, y al menos otros dos millones ahora son refugiados”, como resultado del conflicto en Siria, apuntó.
También dijo que la ONU había hecho un nuevo llamamiento de ayuda para dar respuesta a la crisis humanitaria y de refugiados en ese país y está pidiendo casi $4 mil 400 millones de dólares en donaciones.
Ki-moon dijo que un salida política viable sería la completa implementación del llamado Comunicado de Ginebra, adoptado en junio del año pasado en una reunión auspiciada por ONU en la que tomaron parte países y organizaciones miembros del Grupo de Acción para Siria.
Señaló que es imperativo poner fin a la guerra en ese país y que por lo tanto estaba decidido a renovar rápidamente los esfuerzos del organismo mundial por reactivar la conferencia de Ginebra para Siria tan pronto como fuese posible.
Para ello indicó que había invitado al Representante Especial de la ONU para Siria, Lakhdar Brahimi, a que se le uniera en San Petersburgo a fin de intensificar los esfuerzos para retornar a la mesa de negociaciones.
Ki-moon informó que cuatro laboratorios en Europa laboran incesantemente en el análisis de las muestras tomadas por el grupo de inspectores de ONU que visitaron en Damasco entre el 26 y el 30 de agosto los hospitales donde fueron atendidas las víctimas del ataque químico.
“Más de 100 mil personas han muerto, 4,25 millones han sido desplazadas dentro del país, y al menos otros dos millones ahora son refugiados”, como resultado del conflicto en Siria, apuntó.
También dijo que la ONU había hecho un nuevo llamamiento de ayuda para dar respuesta a la crisis humanitaria y de refugiados en ese país y está pidiendo casi $4 mil 400 millones de dólares en donaciones.