El portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos denunció el viernes el “sorprendente” número de activistas hostigados y asesinados en Colombia y urgió al gobierno colombiano a investigar los ataques y llevar a la justicia a los culpables.
Rupert Colville dijo en un comunicado que en los primeros cuatro meses de este año 51 supuestos asesinatos de activistas y defensores de los derechos humanos han sido reportados por miembros de la sociedad civil e instituciones estatales del país. La cifra, dijo Colville, confirma una etapa de violencia que se intensificó en 2018, cuando la oficina del Alto Comisionado registró los asesinatos de 115 defensores de derechos humanos en Colombia.
Colville destacó que los activistas son afrocolombianos, gente indígena, defensores del medio ambiente, periodistas, campesinos, defensoras de los derechos de la mujer y personas involucradas en política local.
“Estas violaciones ocurren en un ambiente de estigmatización de defensores de derechos, especialmente aquellos que viven en zonas rurales”, destacó Colville.
El gobierno colombiano y la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmaron un acuerdo de paz en noviembre de 2016 que puso fin a más de medio siglo de conflicto armado. Desde la firma Colombia comenzó un lento proceso para permitir a los rebeldes una transición hacia la vida civil. La ONU monitorea esa transición y el Consejo de Seguridad la debate y evalúa en sesiones regulares.
El presidente de Colombia Iván Duque dijo a principios de mayo que detrás de los asesinatos de líderes comunales y activistas hay miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), del Clan del Golfo y otros grupos que “vienen amenazando y asesinando en zonas donde hay cultivos (de coca) ilícitos”.
En su comunicado del viernes, Colville señaló que el ataque más reciente ocurrió el 4 de mayo, cuando 20 activistas afrocolombianos, incluida una conocida defensora del medio ambiente y los derechos de las mujeres llamada Francia Márquez, fueron atacados con granadas y disparos cerca de Santander del Quilichao, en el departamento de Cauca. Nadie murió aunque dos agentes de la Unidad Nacional de Protección del gobierno, que custodiaba al grupo, resultaron heridos, dijo Colville.
El vocero dijo que su oficina reconoce los esfuerzos del gobierno para proteger a los defensores de los derechos humanos, pero pide a las autoridades que redoblen esfuerzos para mantener un ambiente seguro.
A principios de este mes Duque anunció la creación de una comisión especial de jueces para que se esclarezcan estos asesinatos.