Con el fin de compartir experiencias que permitan mejorar las políticas para prevenir el cibercrimen, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Organización de los Estados Americanos (OEA) llevan a cabo un taller en Washington, EE.UU.
Más de 100 participantes de 35 países participan en el taller que busca facilitar el intercambio de experiencias y conocimiento entre los responsables de ciberseguridad de los países de América Latina y el Caribe.
Además, participan expertos de algunos de los países más avanzados en seguridad cibernética como Canadá, Corea del Sur, España, Estados Unidos, Estonia e Israel.
El presidente del BID, Luis Alberto Moreno, y el secretario general adjunto de la OEA, Albert Ramdin, inauguraron el taller, junto al consejero especial para la Seguridad Cibernética del Departamento de Seguridad Pública de Canadá, Robert Gordon.
Globalmente ocurren más de medio millón de ataques diarios a sitios web que, ante la falta de políticas de ciberseguridad, pueden constituirse en un inhibidor del progreso socioeconómico, informó un comunicado de la OEA.
A pesar de que en América Latina y el Caribe hay más de 250 millones de usuarios de internet que en promedio pasan casi nueve horas al mes en línea, sólo Trinidad y Tobago tiene una estrategia de ciberseguridad, y un grupo reducido de países está en proceso de desarrollarla.
“El ciberdelito es un crimen”, dijo Ana María Rodríguez, gerente de Instituciones para el Desarrollo del BID. “Impide a los ciudadanos aprovechar en todo su potencial las oportunidades de desarrollo personal y profesional que ha traído la sociedad del conocimiento”.
Durante los tres días de actividad, las autoridades desarrollarán trabajos en grupos para identificar los temas más importantes en los que la región precisa apoyo y definirán las características del estudio “El Estado de la seguridad cibernética en América Latina y el Caribe”, que se llevará a cabo en los próximos meses para evaluar la situación de cada país.
El año pasado hubo 253 fallas que permitieron a los ciberdelincuentes acceder a los datos de 600 millones de personas, según el Internet Security Threat Report 2013.