Estados Unidos y Europa parecen divididos sobre la salud de la relación transatlántica después de una conferencia clave de seguridad en Alemania durante el fin de semana, a la que asistieron cientos de líderes políticos y militares.
Los europeos acusaron a Washington de rechazar la idea de una comunidad internacional, pero Estados Unidos dijo que la alianza está en buena forma.
Hay un desacuerdo emergente entre los aliados occidentales sobre qué representa exactamente la mayor amenaza para la democracia occidental.
¿Occidente está prosperando o disminuyendo? Para la delegación estadounidense, el diagnóstico fue claro. "Occidente está ganando. Estamos ganando colectivamente. Lo estamos haciendo juntos", dijo el secretario de Estado, Mike Pompeo.
La prueba, dijo, es que las tropas estadounidenses defienden la frontera de la OTAN con Rusia y el papel principal de Estados Unidos en derrotar al grupo Estado Islámico.
Pompeo también prometió 1.000 millones de dólares para ayudar a los países de Europa del Este a poner fin a su dependencia del gas ruso y el objetivo de impulsar las exportaciones de gas natural licuado de Estados Unidos.
Al otro lado del Atlántico, el diagnóstico parece muy diferente. El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que Estados Unidos estaba reconsiderando su relación con Europa y que el continente debe hacerse cargo de su propio destino.
"Hace 15 años, pensábamos que nuestros valores eran universales, que íbamos a dominar el mundo a largo plazo ... y luego miro el horizonte de 10-15 años, vamos a ser empujados cada vez más por otras agendas y otros valores, están surgiendo", indicó Macron.
Macron agregó que era hora de tener un diálogo estratégico con Rusia.
El ministro de Asuntos Exteriores de Moscú dijo a la conferencia que era hora de abandonar el cultivo de la amenaza fantasma rusa. La mayoría de las naciones europeas dicen que la invasión rusa de Ucrania es evidencia de los peligros muy reales.
Pero es la política hacia China la que podría surgir como la mayor división transatlántica. Los legisladores estadounidenses reiteraron advertencias contra la posibilidad de que la firma china de telecomunicaciones Huawei tenga un papel en la tecnología 5G.
"Se trata de elegir la autocracia sobre la democracia en la autopista de la información", dijo Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU.
El enfoque de este año en la seguridad cibernética vio al CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, subir al escenario en medio de la acusación de que las plataformas de redes sociales están facilitando que estados como Rusia y China interfieran en la democracia occidental.
"Nos demoramos en comprender el tipo de información y operaciones que Rusia y otros estaban ejecutando en línea ... Eliminamos ahora más de un millón de cuentas falsas por día en nuestra red", señaló Zuckerberg.
Los organizadores de la conferencia elogiaron el progreso diplomático en otras áreas, incluida una reunión pública entre los líderes de los rivales de Azerbaiyán y Armenia.
Hubo reuniones de alto nivel sobre Libia y Siria con poco progreso tangible.
"El tema de la conferencia estaba destinado a ser el supuesto declive de la democracia occidental en medio de los temores en Europa sobre las tensas relaciones con Washington. La delegación de Estados Unidos rechazó rotundamente esas preocupaciones, insistiendo en que Occidente nunca había estado en mejor estado de salud, y abandonó la conferencia con un mensaje claro: China es el adversario número uno, y los aliados europeos deberían despertar a la amenaza".
