En lo que constituye un fuerte golpe para el presidente Donald Trump, el Senado de Estados Unidos rechazó a primera hora del viernes una medida para derogar partes de la ley de cuidado de salud conocida como Obamacare, probablemente poniendo fin a la campaña de siete años del partido Republicano por revocarla.
"Claramente, este es un momento decepcionante", dijo el líder de la mayoría en la cámara, Mitch McConnell. "Lamento que nuestros esfuerzos no hayan sido suficientes, esta vez".
"Es hora de seguir adelante", agregó tras anunciar que el Senado abordará otra legislación la próxima semana.
Trump respondió casi inmediatamente al resultado de la votación escribiendo en su cuenta de Twitter a las 2:25 de la mañana: "3 republicanos y 48 demócratas decepcionan al pueblo estadounidense. Como dije desde el principio, dejemos que ObamaCare implosione, después, negociemos. ¡Miren!”.
El voto clave para bloquear la iniciativa fue el del senador republicano por Arizona, John McCain, que regresó a la cámara esta semana tras ser diagnosticado con un tumor cerebral. Las senadoras republicanas Lisa Murkowski, de Alaska, y Susan Collins, de Maine, también votaron en contra, como lo hicieron todos los demócratas. El conteo final de la votación fue 49-51.
La enmienda rechazada habría derogado el mandato para que la mayoría de las personas obtengan seguro sanitario y había suspendido la necesidad de que las grandes empresas proporcionen atención sanitaria a sus empleados. Además, se habría demorado un impuesto sobre dispositivos médicos y Planned Parenthood no habría tenido financiación durante un año.
La enmienda era el último recurso de los republicanos en el Senado para aprobar cualquier norma que pudiese impulsar negociaciones con la Cámara.
"Es momento de pasar página", dijo el líder de la minoría en el Senado, Charles Schumer, demócrata de Nueva York. "No lo estamos celebrando. Estamos aliviados”.
El secretario de Salud, Tom Price, dijo en un comunicado que el gobierno de Trump perseguirá sus metas sanitarias a través de la regulación. “Este esfuerzo continuará”, explicó Price.
La derrota deja a Trump sin un triunfo legislativo de importancia en los seis meses que lleva en el poder, a pesar de que su partido controla la Casa Blanca, el Senado y la Cámara de Representantes.
También será una decepción para los mercados financieros, que esperaban que Trump hiciera rápidos cambios en el cuidado de la salud, los impuestos y los gastos de infraestructura, como lo prometió en la campaña que lo llevó a la presidencia.