El presidente Barack Obama se reunió este jueves en el Vaticano con el papa Francisco, con quien discutió “su compromiso común de lucha contra la pobreza y la creciente desigualdad", según informó la Casa Blanca.
“Es un gran honor. Soy un gran admirador”, dijo Obama sonriente. “Muchas gracias por recibirme”.
Los dos líderes intercambiaron presentes, el Papa entregó dos medallones y una copia de su exhortación apostólica “La alegría del Evangelio”, en la que denuncia el sistema económico global.
“Sabe que probablemente voy a leer esto cuando esté en la Oficina Oval, cuando esté profundamente frustrado y estoy seguro de que dará fuerza y me calmará”, dijo Obama.
“Eso espero”, respondió el Papa.
Obama le presentó una caja con semillas de frutas y vegetales usadas en el jardín de la Casa Blanca.
La reunión, supuesta a durar media hora, se extendió a 52 minutos, en la que se supone hablaron sobre los conflictos internacionales como el del Oriente Medio, la crisis en Siria, y sobre temas como inmigración y la situación en Ucrania.
Obama participó esta semana en una cumbre sobre seguridad nuclear en La Haya, y la víspera en otra entre EE.UU y la Unión Europea que tuvo lugar en Bruselas.
No es la primera vez que el presidente estadounidense visita el Vaticano. Ya lo hizo en julio de 2009 cuando se entrevistó con el entonces sumo pontífice Benedicto XVI.
La posición de Obama a favor del aborto es uno de los temas que más distancia al presidente del papa y de la jerarquía católica.
El primer presidente de EE.UU. al que se le concedió una audiencia papal fue Woodrow Wilson en 1919, y el único mandatario católico que ha tenido el país, John F. Kennedy, viajó al Vaticano como jefe de Estado y peregrino cuatro meses antes de ser asesinado en noviembre de 1963.
Jimmy Carter fue en 1979 el primer anfitrión en la Casa Blanca de un papa, Juan Pablo II, con quien luego se reunieron, ambos cuatro veces, los presidentes Ronald Reagan y Bill Clinton.
A lo largo de sus dos mandatos, George W, Bush, ha sido el presidente de EE.UU. que en más ocasiones se ha entrevistado con un papa, primero con Juan Pablo II y después con Benedicto XVI, cuatro en el Vaticano, una en Castel Gandolgo, y otra en Washington DC.
“Es un gran honor. Soy un gran admirador”, dijo Obama sonriente. “Muchas gracias por recibirme”.
Los dos líderes intercambiaron presentes, el Papa entregó dos medallones y una copia de su exhortación apostólica “La alegría del Evangelio”, en la que denuncia el sistema económico global.
“Sabe que probablemente voy a leer esto cuando esté en la Oficina Oval, cuando esté profundamente frustrado y estoy seguro de que dará fuerza y me calmará”, dijo Obama.
“Eso espero”, respondió el Papa.
Obama le presentó una caja con semillas de frutas y vegetales usadas en el jardín de la Casa Blanca.
La reunión, supuesta a durar media hora, se extendió a 52 minutos, en la que se supone hablaron sobre los conflictos internacionales como el del Oriente Medio, la crisis en Siria, y sobre temas como inmigración y la situación en Ucrania.
Obama participó esta semana en una cumbre sobre seguridad nuclear en La Haya, y la víspera en otra entre EE.UU y la Unión Europea que tuvo lugar en Bruselas.
No es la primera vez que el presidente estadounidense visita el Vaticano. Ya lo hizo en julio de 2009 cuando se entrevistó con el entonces sumo pontífice Benedicto XVI.
La posición de Obama a favor del aborto es uno de los temas que más distancia al presidente del papa y de la jerarquía católica.
El primer presidente de EE.UU. al que se le concedió una audiencia papal fue Woodrow Wilson en 1919, y el único mandatario católico que ha tenido el país, John F. Kennedy, viajó al Vaticano como jefe de Estado y peregrino cuatro meses antes de ser asesinado en noviembre de 1963.
Jimmy Carter fue en 1979 el primer anfitrión en la Casa Blanca de un papa, Juan Pablo II, con quien luego se reunieron, ambos cuatro veces, los presidentes Ronald Reagan y Bill Clinton.
A lo largo de sus dos mandatos, George W, Bush, ha sido el presidente de EE.UU. que en más ocasiones se ha entrevistado con un papa, primero con Juan Pablo II y después con Benedicto XVI, cuatro en el Vaticano, una en Castel Gandolgo, y otra en Washington DC.